«Locura es esperar algo distinto haciendo lo mismo«, decía Einstein. Es año nuevo y es el momento de dejar atrás lo que ya no nos conviene, lo que ya no queremos en nuestra vida, de dejar en el pasado el pasado, de soltar. También, es tiempo de propósitos, de objetivos nuevos, de esperanza e ilusiones sobre el futuro.
Tu propósito da sentido a tu vida y si decides seguirlo marcará el rumbo a tus pasos. Es una cuestión de autoliderazgo y de promover en lugar de esperar a que las cosas ocurran.
En este blog os hemos compartido repetidas ocasiones consejos sobre cómo marcar objetivos, visualizar su logro al final de año e incluso cómo preparar un plan de acción para que no se queden solo en una mera idea, También hemos abordado técnicas como el saber motivaros para abordarlos.
Esta vez quiero invitarte a empezar el año mirándote. No pretendo que te apartes del mundo ni que te vuelvas egoísta; sólo quiero que tomes consciencia de unas cuantas cosas que, en mi opinión, marcan la diferencia entre las personas que consiguen que sus sueños se hagan realidad y las que no. Y yo quiero que este año, sea tu año. Así que…. ¡comenzamos!
enfoque mental y emocional
¿A qué dedicas más tus pensamientos? Aquello a lo que más dediques tus pensamientos será lo que te robe más energía o lo que te haga soñar. Se hará más importante cuanto más pienses en ello. Así que, hazte consciente de en qué piensas para así dejar a un lado esos pensamientos que no van alineados con lo que quieras conseguir en tu vida y poner toda tu mente enfocada en lo que sí quieres. Además, es la mejor forma de que te surjan las ideas para lograrlo.
¿Cuál es tu emoción más frecuente? Esa frase que dice que tú puedes elegir cómo sentirte ante una situación, es cierta aunque no lo creas. Por mucho que tengas emociones que provienen de situaciones y pensamientos concretos, como una pérdida que genera tristeza, no significa que te quedes ahí enganchado cuando en este preciso momento está ocurriendo algo bien distinto en tu vida que puede estar promoviendo una emoción diferente y que, si no te das cuenta, te estarás perdiendo. Por eso, revisa tus emociones: mantente atento a cuánto sonríes, a cuánto lloras, a cuánto te enfadas, a tus miedos. Después. reconoce si esas emociones te impulsan a conseguir tus propósitos o no.
A veces hay que dar un salto, aún con miedo para obtener resultados extraordinarios. Y recuerda, cuando tú sonríes a la vida, la vida te sonríe a ti.
ACTITUD ANTE LA VIDA
¿La actitud con la que vives te suma o te resta? Hay una actitud ante la vida que está estudiado que lleva a la superación. Es la fuerza del optimismo. Siempre digo que optimismo no es ponerse las gafas rosas, sino saber que se puede, creer que se pueda (como dice la canción). Optimismo es una invitación a seguir adelante, a tomar la iniciativa, a luchar por tus sueños. Así que, revisa si tu actitud ante la vida es de derrota o de valentía o si tu actitud es de conformismo o de mejora continua. Y no esperes a que la vida te dé un revés para cambiarla, ¡actúa de forma proactiva!
¿Qué imagen de ti promueves? Siempre recuerdo a mi madre vestida y peinada como si fuera a salir. Nunca se ponía ropa de “estar en casa” como la que puedes estar pensando, solo era algo más usado y siempre se pintaba los ojos y los labios. Decía que tenía que estar bien por si había que salir corriendo. Esa imagen de sí misma la tenía clara: elegante, dispuesta y preparada para la acción.
Ahora tú. ¿Cuál es la imagen que tú proyectas? ¿Y la que quieres proyectar? ¿Coinciden? ¿Va alineada con los objetivos que quieres conseguir? Empieza a vivir “como si” lo hubieras conseguido en la medida que puedas y con esa energía atraerás lo que estás mostrando al mundo. Recuerda dar para recibir.
¿Cómo actúas? Para nosotras, en 2miradas, y creo que para la mayoría de personas, la coherencia es importante para generar confianza. La coherencia contigo mismo entre lo que piensas y haces, en lo que dices, en cumplir con tu palabra, es muy importante. Aunque no lo creas, es básico para ti para creer en ti. Si eres de los que les gusta variar y cambiar de rumbo, también debes creértelo para confiar en ti. Tus amigos, esos que te son fieles y a los que les gusta tenerte a su lado, también saben que esa variabilidad forma parte de tu carácter y es coherente contigo.
cuidando cuerpo y mente
Por eso, no es tanto que cambies como que revises cómo te comportas y contrastes con lo que piensas de ti, de cómo eres, de lo que hablas. Conócete y observa si hay coherencia en ti.
En realidad, conocernos y tomar consciencia de nosotros mismos es un regalo porque tú eres un regalo, sobre todo para ti. Y has de cuidar el envoltorio (tu imagen, tu cuerpo, tu energía…) y el contenido (tu mente, tus emociones, tu alimentación, tu aprendizaje, tus creencias…) para que eso que vemos los demás lo veas tú también y brilles.
El mundo te necesita, tienes mucho que aportar, cree en ti, apóyate en tus fortalezas, talentos y cualidades magníficas que posees, aprende y capacítate en lo que necesites, rodéate de quien te sume y te ponga en valor, y quiérete. Ahora, ya solo tienes que caminar hacia tus objetivos como tú quieras.
¡Feliz año nuevo! Haz realidad tus sueños.
Te acompaño en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
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