Tag Archives for equipo

A finales de abril tuvimos el placer de ser invitadas por el Instituto Europeo de Innovación en Inteligencia Emocional (IEIE) para hablar sobre: ¿Cómo creo yo el mejor equipo del mundo emocionalmente en este momento de crisis? ¿Es posible?

Desde el Instituto nos aportaron sus iniciativas de cara a determinar la huella emocional y todo lo que el Instituto promueve para dar a conocer los beneficios de la gestión emocional en las organizaciones.

Os comparto nuestras reflexiones en este café para todos DUO.

Primero de todo, decir que crear los mejores equipos del mundo emocionalmente es posible y ahora es necesario. Pero para poder gestionar las emociones, hemos de conocerlas.

 

Marco emocional de la situación de crisis:

En estos momentos en los que los equipos están deslocalizados y emocionalmente inquietos, preocupados, extrañados, manejando un alto grado de incertidumbre personal y profesional, las emociones juegan un papel importante en su productividad y en sus resultados.

Podemos encontrar personas que están trabajando en su lugar habitual que pueden estar desgastadas, viviendo situaciones difíciles, incómodas por falta de medios o de personas aunque se sienten activos y útiles.

Los que están teletrabajando, pueden sentirse solos, frustrados por el tiempo, la forma, el uso de la tecnología o la imposibilidad de usarla. O por otra parte, los que estaban deseando teletrabajar que están encantados sobre todo por no ver al jefe o al compañero con el que no se llevan bien o por hacerlo a su ritmo con menos interrupciones, los que querían hacerlo pero quizá no así…

Muchos preocupados por su seguridad laboral, empresas en ERTES o que han cerrado sin fecha de apertura y a saber en qué condiciones.

Y los preocupados por la salud, con miedo, incertidumbre e incluso tristeza si se han visto afectados sus seres queridos.

Así que tenemos a cada persona, a cada trabajador, viviendo una realidad.

Y yo pregunto a cada responsable de equipo: ¿Sabes cuál es la realidad de todas y cada una de las personas de tu equipo?

 

Desde el marco de la Inteligencia emocional:

• Primero me he de preparar yo como líder emocionalmente inteligente:
La persona que va a ayudar a crear ese mejor equipo emocionalmente inteligente ha de ser un gran líder y además, emocionalmente equilibrado.

Por supuesto, todo empieza con uno mismo, antes de extender el liderazgo a los demás. ¿Eres líder de tu vida?, ¿eres coherente entre lo que dices, piensas y haces?, ¿llevas la vida que has elegido? ¿Reconoces tus emociones, las gestionas, sabes cómo afecta a tu entorno? Un líder más que nunca tiene que ser una persona que sea ejemplo para los miembros de su equipo, que tenga una credibilidad y que sepa empoderar. Y para ello tendrá que evaluarse y capacitarse, formarse para serlo.

• Segundo, acompañar y capacitar a los equipos en la gestión de las emociones.
Siempre digo que en la gestión de equipos hay una clave que quiero destacar, para que no se nos olvide: "Conoce a tu equipo".

Y para ello, como líder, es necesario que te ocupes, que te preocupes, de todos los miembros de tu equipo practicando la escucha empática.

Si tenemos un 61,6% de las compañías de nuestro país que está implementando el teletrabajo frente al 8% que había antes de esta crisis, ahora no podemos verles la cara con la que vienen como para detectar cómo están, ni les estoy oyendo comentar el trabajo ni sus cuitas con los compañeros, ni noto la energía con la que entran a trabajar.

Por tanto, en esta situación, lo primero es escuchar a las personas. Llamarlas. Comprenderlas y entenderlas, cómo están viviendo el confinamiento y cómo se están sintiendo, cuáles son sus necesidades…

En momentos de crisis, nuestra base de motivación se ha desestabilizado si nos guiamos por la pirámide de Maslow. Nuestro ánimo depende de si tenemos nuestras necesidades básicas cubiertas o no. Necesitamos poner en juego los mecanismos de la motivación, también relacionados con la inteligencia emocional, como ya os contamos en nuestro artículo sobre motivación en tiempos adversos. Si no tenemos cubierta nuestra sensación de seguridad, salario, condiciones laborales básicas, es difícil que las personas sientan satisfacción en el trabajo, lo que afecta a su productividad.

Hemos de ofrecer a nuestros equipos la mayor seguridad posible. Ser claros, no generar falsas expectativas del tipo "cuando esto acabe todo será como antes"… puede que ni tú ni ellos queráis que sea como antes. Necesitamos personalizar en la medida que podamos las herramientas de motivación. ¿Sabes qué motiva a cada miembro de tu equipo? Y sobre todo, hay una frase que siempre digo, puede que no motives, pero al menos no desmotives.

El líder como representante de la empresa, ha de prepararse y analizar la situación para saber qué hacer para llevar a los equipos a ser emocionalmente inteligentes. Tiene la oportunidad para mejorar.

Dentro de todo lo que puede ir haciendo el líder, qué puede ir preparando para salir adelante:

a) Revisar los valores. ¿Los que tenemos siguen siendo útiles? o necesitamos darles una vuelta y añadir algunos como la confianza, la innovación, el empoderamiento, la flexibilidad…

b) Es necesario plantear procedimientos y nuevas formas de hacer alineados con los nuevos valores.

c) El líder tendrá que analizar en profundidad los puestos y las tareas a desarrollar.

d) Revisar las herramientas de que disponen actualmente y si se necesitan otras más adecuadas.

e) Saber si las personas que quieres que formen parte de ese mejor equipo son las que forman parte ya o necesita otros miembros que lo impulsen.

Es fundamental que las personas que están en tu equipo sean las que quieres que estén en tu equipo y que las aprecies. Si no las pones en valor o si no confías en ellas, no las vas a tratar todo lo bien que deberías y no se van a sentir valoradas como desearían.

f) Abrirnos a la posibilidad de externalizar procesos. ¿Quién me puede ayudar a hacer esto mejor? Para lo que existen empresas tecnológicas, proveedores de servicios o como 2miradas que pueden ser determinantes a la hora de alinear de nuevos a los equipos de aprovechar los puntos fuertes y talento, de revisar el compromiso y reanalizar los puestos de trabajo y las personas que lo llevarán a cabo, valorando su emocionalidad.

g) Marcar objetivos y metas muy claros, priorizando y poniendo fechas de cumplimiento. Esto emocionalmente nos afecta mucho, porque sin objetivos claros, no sabemos qué hacer. Si los defino mal, pueden ser frustrantes, desmotivantes, exigentes… Pero cuidado, en estos momentos hemos de ser conscientes que obtener exactamente los mismos objetivos que en condiciones óptimas no será posible. ¿Tienen los medios y recursos adecuados para desempeñar 100% su trabajo? ¿Tienen las condiciones propicias para desempeñar 100% su trabajo? Quizá haya que flexibilizar plazos, proporcionar mejores recursos… Para que podamos mantener el trabajo flexible, necesitamos mantener una parte directiva de orientación al logro y a resultados. Definiendo objetivos claros que las personas conozcan y con los que estén de acuerdo, incluso descritos conjuntamente, para estar emocionalmente más comprometidos con ellos y más tranquilos al saber que los pueden lograr.

h) Además de los objetivos empresariales debemos incluir objetivos que promuevan la inteligencia emocional como por ejemplo ¿qué voy a hacer como empresa para dar tranquilidad a mis colaboradores respecto a la seguridad en empleo? o ¿proveo herramientas que les funcionen para que no se frustren? o ¿qué hacer para que puedan superar una pérdida? Y objetivos que cuiden la salud laboral. ¿Qué medidas he de tomar para mantener la salud de mis colaboradores?

 

Actuaciones necesarias:

a) Formar a las personas. Prepararlas para los nuevos entornos laborales, digitales, virtuales, y también en habilidades para saber relacionarse en estos entornos, formarlas en inteligencia emocional, enseñar a los líderes a liderar equipos en remoto o en la modalidad mixta que se considere más adecuada, etc.

b) Es necesario generar en los miembros de nuestro equipo el enganche, que quieran estar y formar parte de ese equipo. Incluso trabajar en busca del enganche emocional que es la base del compromiso. Para ello habrá que transmitir la nueva cultura, aplicar un buen marketing interno.

c) Y hacerlo generando confianza. Para generar esa confianza en un equipo es vital que el líder sea muestra de humildad, que el líder sea capaz de asumir riesgos y acepte cambios, que sea paciente y sincero, que practique la apertura y la persistencia, que haga lo que dice, que sea coherente, como dice José María Gasalla.

c) Un líder que se comunica con sus equipos de forma más eficiente. Preguntar, escuchar, utilizando un buen feedback orientado a corto-medio plazo que evalúe el clima emocional del equipo que es la palanca de la productividad, de su desempeño, de la buena ejecución de las tareas de cada uno de los miembros del equipo, adaptación a las innovaciones y a las nuevas formas de hacer…

Realizar reuniones periódicas, pasar de lo personal a lo profesional. Y reiteradamente voy a ir supervisando el cómo está, el avance de las tareas con reuniones frecuentes, tampoco diarias, para no agobiar salvo que sea necesario. Pero sí realizar alguna videollamada o llamada según se vaya acordando, contribuirá a la productividad, generará una mayor cercanía y eficiencia de las comunicaciones. Acordar qué, cuándo, cuál será el canal de contacto con el equipo para estar y que sientan que estamos a su lado.
Además, es importante mantener la sensación de conexión con el equipo y entre el equipo utilizando aplicaciones colaborativas como Trello, Google Drive, Evernote, Asana, etc. generando una mayor cercanía y eficiencia en la comunicación.

Es fundamental en una crisis que las empresas, que los líderes, acojan y recojan a los miembros de un equipo generando confianza, responsabilidad y compromiso, sacando su mayor potencial.

La vuelta de los colaboradores a las empresas, qué actuaciones hemos de realizar para seguir desarrollando a los mejores equipos del mundo:
Desde luego, no hacer como si no hubiera pasado nada. Las organizaciones que no aprendan al final se quedarán atrás. Es tiempo de enfocarse y aprovechar la oportunidad. Te puedes seguir lamentando o empezar ya a movilizarte para el futuro.

 

Para la llegada de las personas a su lugar de trabajo:

1. Lo primero que sugerimos se haga tras una vuelta de una crisis es alegrarnos de vernos, celebrar el regreso a las oficinas.

Necesitamos acoger a las personas. Alegrarnos de verlas de nuevo. Es como la vuelta al cole de septiembre. Parecerá que haya cambiado la gente, que hayan crecido, que alguno no esté o que sea como si nada hubiera cambiado, con cada mesa y cada planta en su lugar. Va a haber un revuelto de emociones que cada persona vivirá a su manera. Habrá quien pase de todo y quiera ponerse a trabajar, o habrá quien vaya recorriendo con la mirada cada puesto, cada ordenador, cada objeto, cada persona. Todo estará bien. Dar el tiempo y permitir la expresión de las emociones. Tener paciencia. Mostrar apoyo. Estar. Vivirlo.

Y como líderes creo que hay algo que todos deberíamos hacer, que es felicitar a nuestros equipos porque somos unos campeones. Estamos aguantando y sobreviviendo, sufriendo y viviendo esta situación que nos ha caído así sin más y estamos reinventándonos, buscando alternativas, haciendo cosas que no pensábamos que haríamos, o sí, pero quizá no ahora, no así, tratando de no dejar caer las empresas en las que trabajamos. Hemos de reconocer las buenas actuaciones. Y creo que es digno de felicitación e incluso de celebración, que se agradece.

2. Por supuesto, después de la celebración alinear de nuevo a los equipos. Hacer un trabajo juntos que nos ayude a determinar qué dejar atrás, qué comenzar a hacer, qué aprovechar a cambiar para estar y hacer las cosas mejor con la base de las nuevas propuestas de mejora que como empresa ya hemos definido. Reescribir las reglas del juego. Esta involucración de los equipos es esencial en este momento. El coaching de equipos es clave para realizar este trabajo. Y no dejarlo para mucho más adelante porque si volvemos a entrar en la rutina anterior nos costará más hacer esos cambios necesarios.

Poner en práctica todas las acciones que hemos estado preparando con una verdadera responsabilidad emocional corporativa para trabajar mejor que nunca.

Dotar a todos los miembros del equipo de todas las herramientas y recursos que les faciliten sus tareas en su día a día y si algo desconocen formarles. De esta forma conseguiremos que el equipo funcione con más seguridad y tranquilidad.

3. Además, el líder tiene que crear entornos en los que permitir la expresión de las emociones, de las necesidades y de que los miembros de su equipo manifiesten libremente su emocionalidad, incluso de que la vulnerabilidad emocional no se convierta en un punto de debilidad para el equipo. Es fundamental que el líder permita, abrace y reconozca los niveles de emocionalidad de los miembros de su equipo para frenar un desborde emocional y su contagio colectivo.

Regenerar la motivación y seguridad en cada participante de un equipo. Cómo puedes motivar a cada miembro de tu equipo? Cómo puedes generar seguridad frente a la incertidumbre que están viviendo?

Equipos con mayor autoestima personal y fuertes emocionalmente obtienen una mayor productividad.

4. Y el liderazgo será esencial porque los líderes han de saber tirar del equipo, recuperarlo. Han de saber ser parte del equipo e inspirar, ser modelo y ejemplo de los nuevos valores, que sepan establecer lazos de confianza con sus equipos. Han de ser líderes que sepan dedicar tiempo a sus equipos sin perderlo, que sepan dirigir a sus equipos, encontrando el equilibrio entre la consecución de los objetivos y la orientación a las personas, que reconozcan sus errores y aprendan de ellos, que ayuden a crecer a sus equipos, constructivos, generosos, creativos… que sepan poner en valor a las personas para dejar que las tecnologías hagan el trabajo mecánico, que sepan reconocer sus propias emociones y aprender a canalizar las emociones de los demás, es decir, que sean líderes emocionalmente inteligentes.

Hoy más que nunca se sabe que para crear los mejores equipos la gestión emocional es absolutamente necesaria y en esta crisis, aquellas empresas que han trabajado con sus equipos: la emocionalidad, el liderazgo, la motivación, gestión de conflictos… recogerán sus frutos.
Como líderes hemos de anticiparnos, saber enfocar y aprender, actualizarnos. El líder que se anticipe al futuro o a futuras crisis podrá prevenir los potenciales riesgos emocionales puedan traer.

Tenemos mucho trabajo que hacer. Y hemos de liderar a nuestros equipos cuidando las emociones más que nunca.

 

Estamos a tu disposición para ayudarte en ello.

Raquel Bonsfills y Milagros García.

En 2miradas hemos plasmado en nuestros libros la experiencia en formación, asesoría y coaching sobre liderazgo y equipos, y os presentamos los  libros que tenemos publicados sobre estos dos temas.

 

"La principal tarea del líder: acompañar personas"  de Raquel Bonsfills

El líder de hoy más que nunca tiene que enfocarse en las personas, acompañarlas. Las empresas crecen porque las personas que trabajan en ellas crecen y como lideres hemos de facilitarles su recorrido en la empresa, sus recursos, creer en ellas. El líder ha de ser el máximo apoyo del equipo.

Comprar aquí


"El mejor equipo del mundo" de Raquel Bonsfills y Miguel Can

Este libro es una guía de aspectos a trabajar para desarrollar con el equipo y llevarlo a ser el mejor equipo del mundo.

Comprar aquí


"Tú puedes ser líder de ti mismo y de tu organización" de Milagros García Arranz

Mejor persona,mejor líder. El líder ha de comenzar por su propio autoliderago para después llevarlo al equipo con herramientas y técnicas como las descritas en este libro.

Comprar aquí

 

¡Gracias por leernos y aprender con nosotras!

Raquel Bonsfills & Milagros García Arranz

 

 

Puede que estés frustrado por la situación, puede que estés preocupado, puede que "tengas" que ponerte a trabajar sin ningún ánimo, puede que estés enfadado con las decisiones que otros toman por ti o para ti. Hay un sinfín de motivos por los que podemos vernos envueltos en tiempos adversos, de crisis o en los que nos encontremos en alerta.

Parece que en esos momentos es difícil conservar la motivación propia y mucho más difícil ayudar a mantener la motivación de los equipos.

The only way is up

Photo by Nick Fewings on Unsplash

Ya os hemos hablado de la motivación, haciendo referencia a que puede ser:
1. Interna: la automotivación.
2. Externa: la que te pueden ofrecer desde fuera, desde tu empresa, tu entorno,… la que necesitamos, por ejemplo, para motivar a los equipos.
3. Trascendente: la que te inspira hacia algo superior a ti, hacia el bien común, que da sentido y propósito.

Y cuando nos enfrentamos a una situación difícil, necesitamos a veces ¡de las tres!

Necesitamos de la motivación trascendente

La motivación trascendente es necesaria porque como dice Viktor Frankl en su libro "el hombre en busca de sentido" nos resultará más fácil superar una situación complicada cuando tenemos un para qué, cuando hay algo al otro lado de la situación que se vive que merece la pena. Por ejemplo, poder dar un abrazo a un ser querido, poder cubrir unas necesidades básicas a tu familia, poder disfrutar de un lugar especial para ti…

Esta motivación alimenta nuestra esperanza en un futuro mejor, alienta nuestras fuerzas para resistir y nos mantiene con la cabeza alta.

Piensa qué es eso que te puede ayudar: por qué o por quién vale la pena seguir adelante, quién quieres ser, cuál es tu responsabilidad. Recuerda que eres necesario para muchas personas.

Necesitamos de la motivación externa

La motivación externa es la que podemos utilizar para animar a los demás. Esta motivación ha de ser cuidadosamente medida porque puede tener el efecto contrario y desmotivar más que motivar.

En el trabajo, según la teoría de Herzberg, cuando están presentes los factores que él llama motivacionales (reconocimiento, crecimiento profesional y responsabilidad) se contribuye a la satisfacción con el trabajo. Pero cuando se gestionan mal los factores que él llama de higiene (sueldo, condiciones laborales, supervisión y seguridad) puede aumentar la insatisfacción laboral.

Para aplicar la motivación externa, tanto a nivel laboral como a nivel personal, y que motive, tendremos que:

  • Practicar la empatía. Para ello, lo primero que hemos de conocer es a la persona, sus circunstancias concretas, y comprenderla. Recuerda que la empatía está relacionada con la inteligencia emocional, es decir, que has de poner tus emociones en juego para mostrar de verdad que sabes lo que se siente en la situación en la que se encuentra la persona.
  • Evitar falsas expectativas. Por supuesto no engañar. Si sabes que no vas a cumplir lo que dices, no lo digas. No apliques recompensas que no vas a ser capaz de dar, por mucho que te escudes en el "no soy yo, son las circunstancias".
  • Usar una comunicación adecuada. Cuidado con las exigencias, la rigidez y la comunicación no verbal y verbal agresiva. Necesitamos aplicar una comunicación cercana, comprensiva, de escucha, de reconocimiento… Una comunicación que ponga en valor lo que sí es válido o el buen trabajo realizado. Una comunicación que inspire, que anime, solidaria.
  • Relacionarla con los objetivos. No siempre queremos de las personas el extra de "se espera mucho más de ella". Muchas veces lo que se pide es que se cumpla con el trabajo. Y a veces, las circunstancias hacen que no se pueda cumplir con el trabajo al mismo nivel. Así que los objetivos habrán de rebajarse. Revisa el objetivo y ajústalo a las circunstancias.
  • Personalizar. Cada persona tiene sus circunstancias e intereses, así como sus capacidades. Por eso, busca la forma de estimular la motivación interna de esa persona.

Y para poder hacerlo, habrás de conocer cuál es esa motivación interna de cada uno.

Necesitamos de la motivación interna

La motivación interna, atiende a tres necesidades según McClelland:

  • Necesidad de logro: necesidad de consecución de metas, de ir más allá, aceptando responsabilidades que otorguen retos y conseguirlos. Necesita darse cuenta que va logrando los objetivos, por lo que requiere feedback constante.
    En el lado personal, sería la necesidad de ir avanzando en la vida, de ir consiguiendo objetivos vitales, profesionales, personales o incluso diarios. Por eso es importante que si eres una persona con esta motivación te plantees qué quieres lograr antes de que acabe el día, la semana, el mes. Qué reto te propones. Por ejemplo, aprender a hacer pan, no discutir en todo el día con alguien, tener un tiempo para ti...
  • Necesidad de poder: necesidad de adquirir prestigio, status o reconocimiento por parte de los demás. Necesita poder influir en decisiones, en actuaciones, en el comportamiento de las personas, inspirando o liderando.
    En lo personal es la necesidad de ser importantes para los demás. Saber que te tienen en cuenta para tomar decisiones esenciales. Dejar que tomes las riendas, planifiques, desarrolles proyectos familiares, desde vacaciones hasta gestiones del hogar. Si eres una persona con esta motivación, aprovecha tus cualidades de solucionador para tomar la iniciativa y hacer cosas por los demás.
  • Necesidad de afiliación. Es la necesidad de tener buenas relaciones interpersonales. Necesita sentirse acogido y ser parte del grupo porque la sensación de cercanía o amistad y "con quien" vale más que el "qué hacer" o "a dónde ir". Trabajar o hacer actividades en equipo será más gratificante que estar solo.


En lo personal, trata de hacer que todos estén bien, busca hacer amigos y se esfuerza por ayudar a los demás, por mediar entre personas para resolver conflictos y sentirse queridos. Si eres una persona con esta motivación, mantén el contacto con las personas que te rodean, escribe, llama, chatea, comparte, reúne,…

Cada persona tiene unas necesidades diferentes para sentirse mejor y superar situaciones difíciles. Así que, ¡¡¡descubre la tuya!!!

Si sabemos cuál es nuestra motivación, qué nos hace levantarnos por la mañana, nos será más fácil actuar y ponernos los alicientes que mejor nos estimulen para salir de esa situación.

¿Qué vas a comenzar a hacer para alimentar tu motivación?


Aprendiendo en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills

Cómo hemos cambiado! o ¿no? Mujeres con determinación, que han tomado las riendas de su vida, que han podido desarrollar sus inquietudes o que han superado obstáculos en beneficio de lograr sus metas ha habido y habrá. Muchas mujeres que se han hecho más visibles: mujeres ingenieras que han promovido grandes avances, mujeres que han luchado por la salud, la sanidad, la igualdad…

Incluso yo pienso en mujeres menos conocidas como mi madre, que siendo ama de casa, su objetivo en la vida era criar a sus hijos, cuidarlos, estar a su lado, hacerles personas a las que merezca la pena conocer. Y no solo educar a sus hijos, también atender a sus padres y abuelos con amor hasta el final de sus días. No es que ella no pudiera trabajar sino que eligió otra opción.

Ella vio en casa una abuela trabajadora y adelantada a su tiempo, que era propietaria de dos tiendas y con una gran visión de los negocios. Y una madre trabajadora, modista, profesora de corte y confección, la más perfeccionista y detallista del mundo. Mujeres que cuando uno va, ellas han vuelto tres veces. Mujeres que han liderado sus vidas.


Hace tiempo escribí sobre ser madre y empresaria. Hablamos siempre de conciliación pero la realidad es que se nos acumulan las tareas y parte del liderazgo consiste en que decidas lo que decidas hacer, que la proporción de tiempo que dedicas a cada área de tu vida sea la adecuada para ti, para irte sin remordimientos a la cama.

El liderazgo de las mujeres es posible y está siendo una realidad. Como ya contábamos en el whitepaper "Women business inspiration" de LMS (Leadership Management School), cada vez más mujeres se preocupan por su desarrollo profesional. A las chicas jóvenes ni se les pasa por la cabeza lo contrario.

Nosotras, Milagros y yo, en 2miradas también hemos hecho un trabajo de liderazgo personal y profesional para ser hoy líderes de nuestra empresa.

Cada una con una experiencia y una historia. Milagros ocupaba puestos de dirección en un entorno masculino siendo "chiquitilla (en estatura), más joven y mujer" como dice ella. Para ser incluida o para poder estar al nivel muchas veces se vio adquiriendo costumbres "de ellos" como era entonces fumar y hasta llegó a ponerse corbata. Y aunque hoy esto parezca una tontería los tiempos han cambiado.

Sin embargo, yo siempre me he movido en entornos donde he tenido mujeres como jefas. Donde el liderazgo de la mujer se ha visto como algo normal. Simplemente era la persona más cualificada, dando igual si era hombre o mujer. Peeeero sí que viví y escuché mucho a mujeres que preferían no promocionarse a puestos directivos por la exigencia que supondría el puesto en cuanto a horas de dedicación, a no poder ver apenas a sus hijos, o a plantearse no tenerlos (como era el caso de las ya directivas), aunque se sintieran capacitadas para el puesto y para asumir la responsabilidad. Se planteaba como un sacrificio a sus expectativas de crecimiento que les permitía tener un mayor equilibrio personal y profesional.

Hoy ser nuestras propias líderes tiene la gran ventaja de que podamos decidir. Los indicadores generacionales según un estudio de Linkedin, pintan un futuro en el que las personas trabajarán las horas que decidan trabajar (o necesiten), hasta cuando deban o quieran, con opciones de trabajo más flexibles, con más respeto y empatía.

Yo tengo claro y apelo a la responsabilidad y el compromiso. Cada uno sabe cuál es su trabajo, cada uno sabe cómo cumplirlo. Incluso cuando yo fui madre en mi periodo de baja maternal estaba deseando que me contara Milagros cosas de la empresa para seguir al día, me colaba en reuniones y avanzaba trabajo cuando mi bebé me dejaba. No porque tuviera que hacerlo, sino porque quería.

La responsabilidad y el compromiso se desarrolla mucho más cuando nos apasiona nuestro trabajo o cuando tenemos una motivación intrínseca que nos mueve.

Por eso, cada día es más importante que en las empresas facilitemos un entorno agradable de trabajo a donde nos apetezca ir, que proporcionemos las herramientas y recursos necesarios para que las personas puedan abordar las exigencias del trabajo diario, que permitamos la flexibilidad laboral con confianza.

Si yo lo permito nadie se buscará excusas para faltar al trabajo cuando tenga que ir a un médico, a realizar gestiones, o quedarse con los niños si se ponen malos. Eso sí, a cambio se pide cumplimiento de las responsabilidades adquiridas cuando decidiste trabajar ahí.

Así que el liderazgo de las mujeres, como el de los hombres, parte de uno mismo. Parte de perseguir tus metas. Es necesario tener interés por lo que hacemos. Querer ser líderes de nuestras vidas y de nuestro desarrollo profesional. Y lo demás, lo iremos encajando. No hay reglas que valgan para todas. Cada una elegirá su mejor opción encontrando el equilibrio con el que se sienta en paz consigo misma.

Empieza por pensar qué quieres y luego ¡a por ello!

¿Necesitas ayuda? Pídela. Aprendamos de los demás. Quizá nos sirvan sus estrategias. Prueba. Inténtalo. Milagros y yo estamos a vuestra disposición para acompañaros en el proceso. Dos mujeres líderes, 2 miradas, cada una con su estilo, con su forma de llevarlo en lo personal y en lo profesional. Tomando decisiones cada día para conciliar. Eligiendo ser felices. Logrando objetivos.

¿Tú también quieres? ¿Qué vas a comenzar a hacer?
Te dejamos nuestros libros para ayudarte a desarrollar tu liderazgo:



Y recuerda, juntas, somos más fuertes. Formando equipo llegamos más lejos.


Aprendiendo en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills

¿Te has encontrado alguna vez realizando un trabajo de equipo en el que alguien se escaquea? ¿Te ha pasado que tú mismo no te sentías parte del proyecto a realizar entre todos, que te has desconectado?

Todo esto tiene mucho que ver con el compromiso y con las consecuencias que tenerlo o no tenerlo tiene en nuestro trabajo y en la realización de proyectos con equipos de trabajo.

compromiso 

El compromiso, según la RAE, es la obligación contraída, la palabra dada, el convenio al que se llega entre las partes... Y esto es, también, el acuerdo que tiene una persona con la empresa cuando decide trabajar en ella y ser parte de la consecución de los objetivos.

El compromiso está relacionado con la palabra anglosajona "Engagement", más utilizada en los últimos años en el área de marketing, como indicador para realizar análisis predictivos, captar información sobre los comportamientos de la audiencia, para detectar la forma en la que podemos captar clientes, etc. Sin embargo, quiero hacer hincapié de su importancia dentro del trabajo en equipo y en que, como responsables de equipos, trataremos de lograr el compromiso de los colaboradores.

Ya existe desde hace tiempo, sobre todo en gestión de proyectos, el puesto del "Engagement manager". Esto muestra el valor de la actuación del líder sobre el compromiso. ¡Hay tarea que hacer! Por ello, os dejo unas claves para favorecer el compromiso dentro de los equipos de trabajo:  

1. Trabajar para que cada persona quiera seguir perteneciendo a la empresa, siga queriendo dedicar su tiempo y esfuerzo en ella. El sentido de pertenencia lo desarrollamos desde la adolescencia y nos acompaña el resto de nuestra vida como seres sociales que somos. Necesitamos sentirnos imprescindibles, partícipes, que aportamos valor, que importamos, etc.

2. Que cada miembro del equipo tenga muy claro qué va a hacer, cuándo, cómo, para cuando, para qué y que sepa con quien contar en cada momento, interrelacionándose. Así, se podrá plantear su propio plan de acción, porque la implicación será mayor cuando la decisión sale de uno mismo que cuando nos viene de fuera. Preguntar quién va a hacer qué, cómo se quieren repartir el trabajo, etc. son buenas preguntas para dejar que el equipo decida cómo organizarse.

3. Saber la motivación de cada miembro del equipo y las posibles necesidades y recompensas que les pueden servir para realizar una tarea, para hacérsela más agradable y para que les lleven a los resultados que deseamos. Como responsables podemos trabajar en su motivación externa, y si conocemos su motivación interna podremos estar más alineados y conseguir mejores resultados. Una motivación fundamental para el compromiso es que la persona quiera (esté motivada) seguir haciendo su trabajo con nosotros, con la personas que le rodean y en el entorno en el que se realiza.

4. "Conocer al equipo" es fundamental para poder acompañarlo a los mejores resultados. Para ello te invito a comenzar con el reto de las 3 semanas de los líderes emocionalmente inteligentes. Así podrás detectar sus necesidades, sus gustos, sus dificultades,... Cuando más conozcas al equipo mejor sabrá cómo "engancharlo".

trabajo en equipo

5. Alinear. No podemos olvidar que cada persona, ha de tener claros los límites, las reglas del juego, los valores esenciales y la forma de trabajar de la empresa o del equipo para el proyecto, para que se sienta cómodo con ellos. Cuanto más alineados estamos con la misión y con la visión de la empresa, el compromiso también aumenta.

6. Fomentar la responsabilidad. El compromiso va asociado a la responsabilidad en tanto en cuanto, todos somos uno en el trabajo en equipo. Si uno falla, fallamos todos. Si uno no cumple, la cadena se rompe y perdemos todos.

7. Testar los esfuerzos, los avances, y celebrar. En el trabajo necesitamos saber que vamos avanzando, que queda menos, que ya falta poco, que lo hemos logrado terminar, que ha sido un éxito...Y cuando el resultado final no es el que esperábamos o el cliente final no nos escoge, apoyar al equipo, aprender, y continuar. Un equipo que supera un bache unido, coge fuerza de la propia energía del equipo para seguir adelante. Sentirnos apoyados, comprendidos y reconfortados nos ayuda a querer quedarnos en la empresa. Después de caer, toca animar para poder salir de nuevo con toda la energía renovada.

Te dejo aquí otras 4 claves que el líder debe proponerse para favorecer el compromiso en el equipo.

Y ahora que sabes cómo conseguir el compromiso, ¿cómo vas a aportar tu propio compromiso para conseguir tus objetivos en tu trabajo o con aquello que te propongas en tu vida? ¿qué vas a hacer? ¿cuándo lo vas a comenzar a hacer? ¿cómo vas a saber que vas avanzando?

Te espero aprendiendo en el camino del crecimiento.

Raquel Bonsfills