No es una cuestión de ego o falta de autoestima. A todos nos gusta que se nos reconozca el buen trabajo, el esfuerzo, que se valore nuestra dedicación, que se aprecie el compromiso y la implicación, y que nos den las gracias.
Ahora que estamos al final del año, es un momento en las empresas para revisar los objetivos conseguidos, los resultados a los que se han llegado, los proyectos terminados y en los que se está embarcado…,pero no todo son números. También están las personas.
El reconocimiento social dentro de las empresas es cada día más importante. Y esto es así porque está demostrado que colaboradores más felices son más productivos, están más motivados y comprometidos y tienen un mayor sentido de pertenencia con la empresa. Nos gusta quedarnos donde nos sentimos bien.
Ahora bien, ese reconocimiento ha de ser real, sincero, oportuno e incluso puede haber dentro de las empresas todo un sistema de reconocimiento implantado para dar feedback y acompañar en el desarrollo de las personas y de los proyectos. Os dejo aquí unas cuestiones para hacernos a la hora de implantar sistemas de reconocimiento para que se adecúen a nuestras empresas.
Quiero hacer mención a algunas claves que me parecen importantes respecto al reconocimiento:
Alinear el reconocimiento con los valores de la empresa. Si reconocemos actuaciones que no están relacionadas con la cultura de la empresa, ésta irá perdiendo identidad. La forma de que se vaya reforzando la identificación del colaborador con la empresa y con la marca es aplaudiendo los comportamientos que se adecúan a los valores, la ética, la forma de trabajar propia de la empresa.
Lo que no se ve no se valora. Para poder premiar hay que saber qué ha ocurrido. Medir, evaluar, hacer seguimiento, conocer, estar pendiente, hacernos conscientes de qué se está haciendo, cómo se está haciendo, quién lo está haciendo y con quién, cuáles son las bases y si confluyen con cómo lo quiere hacer la empresa y cómo le llega al cliente o a los agentes externos con los que se relaciona.
Tres ámbitos de reconocimiento: a nivel personal o individual, a nivel grupal y a nivel organizacional. Es importante que se revisen las acciones en estos tres ámbitos y dar feedback sobre cada uno de ellos. Una persona ha podido hacer un gran trabajo para llegar a tiempo y con un desarrollo excelente en un proyecto, ha podido ser un buen coordinador del equipo sabiendo llegar a sacar lo mejor de sus compañeros, con agilidad y creatividad, y ha podido conseguir los objetivos marcados por la organización superando con éxito las expectativas.
Este reconocimiento ha de ser en cascada. Dentro de cada equipo, departamento, área de negocio, organización… Y ha de comunicarse de abajo a arriba y en horizontal, para que los éxitos obtenidos lleguen a conocimiento de todos. Es importante que cada directivo en un rango superior se preocupe de saber qué ha pasado entre los equipos a su cargo para acompañar en este reconocimiento así como formarse para saber darlo.
¿Qué reconocer? El trabajo bien hecho cumpliendo lo esperado, el ir más allá propio del inconformismo y de la búsqueda de la excelencia, la aportación de ideas brillantes, los resultados extraordinarios, la resolución y facilitación de procesos, la optimización de respuestas, la actitud y disposición… Aquí te dejo otras formas más.
¿Cuándo reconocer? Es importante el reconocimiento inmediato, cuando se merece, siempre diciendo por qué. Y como dice en el libro «El ejecutivo al minuto», dar elogios sobre la marcha. Estar especialmente atentos cuando alguien acaba de entrar a trabajar, cuando inicia actividades nuevas o cuando alguien asume responsabilidades adicionales para que podamos dar el reconocimiento al ver lo conseguido invitando a continuar así y ofreciendo el apoyo sin reservas para que esa persona consiga el éxito.
Celebrarlo.Parar un momento para asimilar el reconocimiento, apoyarse con un detalle que sorprenda (que puede ser material o no), porque para que se recuerde ha de llamarnos la atención y apelar a nuestras emociones. En las cenas o comidas de Navidad, que es cuando se habla de estos temas a todo el personal, aprovechar a destacar los hechos más relevantes, incidiendo de nuevo en los logros conseguidos. Y es que no es lo mismo que nuestro jefe nos diga en privado que hemos hecho un buen trabajo, que frente a toda la compañía el director general diga que hemos hecho un buen trabajo. El reconocimiento público refuerza el sentido de contribución y el de la permanencia emocional,porque la permanencia racional se sabe por el trabajo bien hecho, por el objetivo o logro conseguido.
Te dejo un vídeo con algunas ideas sobre cómo hacer este reconocimiento:
Y ahora que conoces estas claves para dar reconocimiento ¿qué vas a hacer diferente al cerrar este año?
Y en todos los casos, recuerda siempre dar las ¡GRACIAS!
Te espero aprendiendo en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
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