Estamos todo el día dando nuestra opinión y nuestra versión de la realidad. Nuestro cerebro suele etiquetar lo que ocurre, diferenciando entre si está bien o si está mal, si está de acuerdo o no, si le gusta o disgusta. Y como para gustos son los colores, cada uno tendremos nuestra propia versión de los hechos según los hayamos interpretado. Cada persona puede tener su opinión, sin embargo, cuando se la contamos a alguien y esa opinión es sobre su trabajo, su persona, su comportamiento, su...
