Hace años que las mujeres están al mismo nivel de desarrollo profesional que los hombres, ocupando cada vez más puestos directivos, aportando cualidades al trabajo que permiten obtener nuevas perspectivas y creatividad para sacar adelante las empresas.
Por otra parte, desde hace unos años, el 28 de febrero se ha dedicado al «día europeo de igualdad salarial» y conseguirlo es un reto por el que seguir trabajando. Además, la fundación Adecco realiza desde hace 8 años su estudio sobre el perfil de la mujer trabajadora, en breve saldrá el correspondiente a este año. Puedes consultarlo aquí.
Todos estos informes y estudios nos dicen que los balances de mujeres en puestos directivos y su salario sigue estando por debajo de los hombres. El freno, ¿ser madre? ¿se puede compaginar?
Desde luego las mujeres tenemos unas cualidades maravillosas que ofrecer, incluso después de haber sido madres y haber decidido parar por un tiempo. Este vídeo que compartí hace un tiempo es un buen ejemplo:
Ahora bien, tanto para mujeres como para hombres ¿qué se puede hacer para «llegar a todo», atender la casa, los hijos, el trabajo siendo el mejor profesional, queriendo crecer y llegar a lo más alto,…?
¡Permitírnoslo! El tiempo que nos dediquemos, que prestemos a ese breve espacio de tiempo que es la maternidad/paternidad, puede ser 4 meses o lo que consideremos que es importante para nosotros, porque es nuestra vida, que dura entorno a 86 años, entonces, ¿qué son 4 meses o dos años? Tú eliges.
Conciliación. Las empresas están tomando medidas para facilitar la conciliación, con guarderías, con jornadas reducidas o intensivas,… Ahora bien, si eres tú la empresaria o el empresario, ¿cómo organizas tu tiempo? ¿Qué pones en la agenda? ¿Cuál es la prioridad?
Apoyo. Ayer escuché a la Directora de Lizarran que decía que «detrás de una gran mujer hay una gran niñera». Y puede ser en el formato que quieras: abuelos, amigos, vecinos, profesionales de la atención a la infancia, e incluso facilitadores expertos que nos acompañan para ayudarnos en el abordaje de nuestros roles, como por ejemplo, coaches y asesores empresariales. La ayuda es buena. Si es tu empresa, incorpora medidas que te faciliten la flexibilidad que necesitas para atender tu área familiar. A fin y al cabo, en tu empresa, las políticas las decides tú. Ponlas a tu favor.
Dormir. Aunque tenemos una fortaleza sobrenatural, necesitamos descansar para recuperar fuerzas. Si no cuidamos de nosotros, no podremos cuidar de nadie ni de nada más. Caer enfermos por agotamiento no es una opción. Sobre la importancia del sueño como fuente de recuperación de energía ya hablamos en anteriores post.
Una vida completa. Como personas tenemos diferentes áreas en nuestras vidas (amor, amistad, ocio, trabajo,…) y encontrar el balance entre ellas no siempre es tarea fácil. Idaliz Escalante nos cuenta que tener éxito en esta tarea es posible.
Soñar. ¿Qué quieres ser? ¿Cómo quieres que sea? No eres peor ni mejor madre o padre por anteponer o no anteponer a tu familia frente al trabajo o viceversa. Lo importante es seguir soñando, la vida no se para, por lo que hemos de seguir persiguiendo sueños, objetivos, metas, querer lo que tenemos y creer en el futuro. Una buena forma para ayudarnos a diseñar nuestro futuro es visualizándonos dentro de unos años: dónde estás, qué estás haciendo, con quién estás, tienes tu familia… Una vez que lo tengas claro, ¡avanza a por ello! El principio es saber qué quieres y después, caminar para lograrlo.
Además, existen numerosas asociaciones, grupos, empresas dedicadas a poner en contacto y compartir experiencias entre mujeres empresarias (que también aceptan hombres que viven estas complejidades de asumir los distintos roles) con las que enriquecerse, aprender, y también, ¡sentirse comprendidos!, como por ejemplo, Linkedwoman.
Podemos ser madres y padres y seguir siendo grandes profesionales y grandes amigos. Seamos todos facilitadores y demos los pasos necesarios para que los cambios que necesitemos, los hagamos posibles. Mucho depende de nosotros. Así que, ¿qué vas a hacer para compatibilizar todos los roles de tu vida?
Te espero aprendiendo en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
Me ha gustado el post Raquel. Hay que buscar el equilibrio personal y profesional cuando tienes hijos. Todos sabemos la dedicación y el tiempo que necesitan. Pero la actualidad nos indica que si quieres evolucionar profesionalmente, tienes que elegir. Muchas empresas quieren movilidad geográfica (que me parece muy bien, son sus normas y su perfil de profesional)pero esto indica que o bien te trasladas con toda la familia (nunca me ha parecido rentable ni a nivel familiar ni económico) o se traslada el papá o la mamá durante una temporada. Asi es dificil la conciliación. Después tenemos la cultura presencialista, hay que hacer horas, las que hagan falta, sin embargo somos de los países menos productivos. Faltan líderes y sobran jefes. Si te encuentras a un papá o una mamá a las cinco de la tarde en el parque, habrá gente que piense que está en el paro, o son unos vagos (o que tienen reducción de jornada) Aunque el qué dirán es lo de menos, lo que importa es que si quieres desarrollarte profesionalmente y evolucionar, es difícil hacerlo sin que se resienta la vida personal y el tiempo que le dedicas a tus hijos. Conozco muchas empresas con el mismo perfil de director o puesto de alta responsabilidad: trabaja 14 horas diarias y además se lleva el trabajo a casa, porque no acaba de desconectar ¿Y cuánto produce? ¿Y cómo concilia la vida personal? Eso se puede hacer una temporada de manera eventual, pero no puedes tener esa vida, porque eso no es vivir, es otra cosa. Estoy de acuerdo con la frase de la niñera. Sin los abuelos, niñeras, etc en muchos casos sería imposible.
Un abrazo.
Muchas gracias Miguel Ángel por tu comentario.
Efectivamente hay mucho por hacer y cambiar para lograr que funcione como nos gustaría. De ahí mi invitación a dar pequeños pasos, por ejemplo con los cambios culturales que comentas de la opinión que nos pueda generar un padre o madre recogiendo a las 5 a los niños del colegio.
Es cierto que trabajamos muchas horas. Ahora bien, ¿están alineadas con lo que queremos que sea? Aunque te lleves el trabajo a casa, ¿dedicamos un tiempo a los hijos? Podríamos por ejemplo, hacer todos los deberes a la vez. El padre/madre los suyos y los niños los suyos… Y luego, ¡a cenar todos juntos!
Busquemos formas de hacer que encaje lo mejor posible.
Raquel Bonsfills