En este momento en el que tantas personas se encuentran desempleadas, hay un sector que demanda personal y no obtiene respuesta. ¿Cómo es posible?
Esta semana he tenido el placer de acudir a la reunión de COCAM (Federación de comercio agrupado y mercados de la Comunidad de Madrid) en la que se hablaba de los resultados anuales sobre prevención de riesgos laborales. Yo participaba hablando de estrés y del desarrollo de habilidades sociales como herramienta para prevenirlo.
Quiero poner en relieve que los mercados y galerías comerciales de la Comunidad de Madrid están renovándose, haciendo un esfuerzo por atraer al público y favorecer el empleo, además de trabajar para que no se pierdan profesiones de atención personalizada, de especialización como maestros, como son las carnicerías, pollerías, pescaderías, etc. ¿Se está perdiendo la esencia de los mercados? ¿Se está perdiendo la profesión? ¿No hay personas cualificadas que quieran iniciar su propio negocio en los mercados?
Esto me ha planteado, por ejemplo, dos posibles alternativas:
Por un lado, ¿estamos dispuestos a crear escuelas de oficios de nuevo en estas áreas? Si hay demanda, ya sólo sería cuestión de prepararse y formarse para llevar adelante el oficio. Un trabajo autónomo, que no conlleva una gran inversión (con poco más de 2000€ a mes se sacaría adelante), y donde el alquiler del espacio dependiendo de en qué mercado sea, sale muy económico o incluso regalado…
Por otro lado, el crecimiento y desarrollo de los mercados. Está cambiando el motivo por el que se acude a los mercados, se está dando la tendencia de que los consumidores van a tapear a los mismos buscando productos concretos y especialidades. Los empresarios de los mercados de Madrid se encuentran con que hay oferta para poner puestos de productos diferentes, tendiendo a la especialización. Entonces, ¿hay que crear nuevas formas de venta? ¿Poner un área de producto preparado para disfrutarlo en el momento? ¿Es el momento para la innovación?
Desde aquí propongo a los emprendedores que hayan acudido a los mercados y que les admire ver el manejo de los cuchillos de los carniceros, la destreza de los pescaderos, la habilidad para el deshuesado (cada vez más anhelado) de los polleros… a que se animen a desarrollar estas profesiones tan artesanales.
¿Qué alternativas más se os ocurren?
Te acompaño en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
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