Querido compañer@,
¿Sientes que estás en un bucle mental en el que te has quedado atrapado, donde analizas cada detalle del pasado, buscas respuestas que ya no existen o fantaseas con escenarios en donde todo habría salido diferente? ¿Has sentido que sin esa persona algo de ti se rompe? ¿Has justificado su indiferencia o maltrato con la idea de que nadie es perfecto?

En mi anterior artículo te comenté 10 claves para detectar a personas emocionalmente no disponibles, hoy quiero compartirte cómo liberarte de ese tipo de relaciones.
Dijo Carl Jung: “no te aferras a la persona, te aferras a lo que representó para ti, a la historia que construiste en tu mente”.
Desligarte emocionalmente de alguien no es solo dejar de pensar en la persona, ni repetir frases vacías, ni hacer como que ya lo has superado… Nos han hecho creer que el tiempo todo lo cura, que un día despertarás sin sentir nada, pero si el tiempo lo resolviera todo, no habría personas atrapadas en recuerdos de hace años, ni heridas que duelen como si fuera ayer.

7 claves para desligarte
Hoy quiero decirte que no es el tiempo el que sana, sino lo que haces con él.
Te quiero compartir 7 claves que si las realizas te aseguro que podrás desligarte de esa persona que te tiene atrapado:

1. No puedes soltar lo que sigues alimentando mentalmente. No puedes sanar si sigues alimentando lo que te hizo daño.
- Es cierto, que no puedes controlar el primer pensamiento o recuerdo que te llegue, pero sí puedes decidir qué hacer con ello para no convertirte en su rehén.
- ¿Qué hacer? Observa tu pensamiento y pregúntate, si ese pensamiento te acerca a tu paz o te mantiene atrapado en una historia que ya terminó. Si la respuesta es “no”, cada vez que tengas el impulso de pensar en esa persona redirige tu atención en algo que te haga bien y que te beneficie. Puede ser: un proyecto, una meta, una afición, un hábito nuevo…

2. No estás atado a la persona, sino a la imagen que creaste de ella.
- Muy probablemente idealizaste a la persona, pero esa imagen no corresponde con la realidad, es solo una proyección de tu mente.
- ¿Qué hacer? Cierra los ojos y piensa en esa persona, pero esta vez imagina lo que realmente fue, recuerda sus defectos, recuerda lo que te hizo daño, recuerda las partes de la relación que no eran tan mágicas como tu mente te hace creer y ahora pregúntate, ¿crees que era amor o creaste una ilusión? Si quieres liberarte es importante que veas la realidad y que reescribas la historia en tu cabeza con honestidad y sin la carga emocional que tú le pusiste. Entonces te darás cuenta de que el poder de soltar nunca estuvo en la otra persona, sino en ti.

3. No todo lo que sientes es amor, sino que a veces, es un trauma sin resolver.
- A veces lo que crees que es amor es un reflejo de tus heridas emocionales que aún no has sanado.
- Por ejemplo, si creciste sintiendo que no eres suficiente, te sentirás atraído por alguien cuya aprobación parezca difícil de conseguir y cada migaja de afecto te parecerá oro porque te hace revivir una historia interna que nunca resolviste.
- Si en tu infancia experimentaste abandono o rechazo es posible que te aferres a relaciones inestables o tóxicas porque de manera inconsciente quieres demostrarte a ti mismo que esta vez no te dejarán.
- ¿Qué hacer? El primer paso es dejar de romantizar el dolor, si esta persona te hace sentir ansiedad, si te deja a menudo con dudas, si sientes que tienes que luchar para que te valore… eso no es amor, es una herida activándose. El segundo paso es dejar de buscar afuera lo que solo podrás encontrar dentro de ti. Pregúntate: ¿qué parte de ti sigue sintiendo que no eres suficiente sin esa persona? ¿Por qué crees que sin ella te falta algo? Mientras no sanes seguirás repitiendo el mismo patrón. El tercer paso es responder a la pregunta ¿qué parte de ti necesita ser atendida, comprendida y sanada? Y cuando lo hagas te vas a sentir liberada porque el amor sano no se puede sentir como una montaña rusa emocional.

4. La persona que te hizo daño no es tu medicina.
- La persona que te hizo daño no es tu medicina. La persona que te hirió no es la persona que lo arreglará. No te aferres a la idea de que todo este sufrimiento tendrá sentido, de que las cosas van a mejorar y que, si das más amor, más comprensión y más paciencia, te llegará de vuelta porque lamentablemente esto no va a suceder. No puede llenarte porque nunca tuvo la capacidad de hacerlo. No puede salvarte porque ni siquiera supo sostenerte. No puede darte lo que siempre quisiste porque si pudiera, ya lo habría hecho.
- Cuando alguien nos lastima muchas veces, nuestro inconsciente nos hace creer que esa misma persona es quien puede curarnos, es un mecanismo mental engañoso. Lo que ocurre es que, en lugar de buscar nuestro bienestar en otro lugar, nos aferramos aún más a la fuente de nuestro sufrimiento, porque nos hemos convencido de que, si nos elije, nos valida, nos da lo que nunca nos dio, entonces todo habrá valido la pena.
- Si alguien te ha hecho sentir que no eres suficiente, no necesitas demostrarle que sí lo eres. Si alguien te ha hecho sentir invisible, no necesitas gritar más fuerte para que te vea. Si alguien te ha lastimado repetidamente, sin hacer nada para cambiar, no necesitas darle más oportunidades para hacerlo otra vez.
- ¿Qué hacer? Dejar de creer que la persona que te hirió te va a salvar porque cuando dejas de buscar amor en alguien que te dio migajas, te darás cuenta de que no necesitas que alguien te elija para sentirte suficiente. Trabaja el hecho de que no fuiste tú el problema, trabaja tu autoestima. Lo que sí que es tu responsabilidad es sanar, entonces empiezas a mirar hacia adelante y dejas de aferrarte a un pasado que ya no existe.

5. La desconexión emocional es un proceso, no es un botón que se apaga.
- Hay que tener en cuenta que la relación ha acabado, pero sigue viva en tu cabeza, esto se llama “memoria emocional”, debido a la programación que dejaste instalada en tu sistema nervioso. No solo pierdes a alguien, sino que pierdes la versión de ti mismo que tenías con esa persona.
- La desconexión emocional funciona en oleadas, habrá días que te sentirás completamente libre y días donde parecerá que todo vuelve a empezar. Eso no significa que no estés progresando, significa que tu mente está reajustándose.
- ¿Qué hacer? El primer paso es no alimentar el recuerdo con nostalgia o culpa, no justifiques el dolor como una prueba de que era real. El amor se mide por lo que te construye, no por lo que te destruye. El segundo paso es cortar el suministro de energía que sigues dándole a esa persona. Deja de recrear la historia, deja de dar sentido a lo que ya terminó, deja de encontrar respuestas en lo que ya no está.

6. No busques cerrar ciclos con palabra, ciérralos con acciones.
- Si buscas hacer un cierre con palabras: una última conversación, una última despedida… quieres una excusa para seguir atado con esa persona y hasta que no lo aceptes seguirás atrapado en un ciclo que solo te desgastará.
- Crees que necesitas decir todo lo que sientes para sentirte libre, crees que si te explicas lo suficiente, si le haces entender, si le dices cómo te hizo sentir, entonces todo estará bien, pero ¿cuántas veces ya hiciste eso? Y ¿qué pasó después?
- La paz no viene de una conversación final, no te pelees con la realidad y acepta que algunas historias, solo sirven como aprendizaje, no como eternidad, que no todas las heridas tienen un diálogo para cerrarse, que a veces, la única forma de sanar es alejarse y que el silencio haga su trabajo.
- ¿Qué hacer? Deja de revisar su perfil, de ver fotos, de escuchar sus mensajes, deja de hablar de esa persona con los demás. De esta forma, en lugar de quedarte atrapado en la nostalgia, te enfocas en construir una nueva realidad en la que ya no está presente.
- Cierra el ciclo con acciones: si algo te recuerda a esa persona cámbialo, si hay lugares que te duelen evita frecuentarlos, si hay hábitos que te mantienen atado, reemplázalos, porque cada elección que hagas determinará si estás avanzando.

7. Lo que sueltas define lo que recibirás después.
- Parece que soltar significa lanzarte al vacío y el vacío da miedo. Preferimos sostener lo conocido, aunque nos lastime, antes que arriesgarnos a soltar, sin saber qué viene después.
- Ten en cuenta que la sensación de vacío es temporal y lo que sueltas va a definir lo que recibirás después.
- Cuando sueltas: sin resentimiento, sin miedo y sin excusas, te darás cuenta de que siempre hubo algo mejor esperándote y algo en tu vida empieza a moverse, pero que no podía llegar hasta que hicieras espacio.
- ¿Qué hacer? Antes de nada hay que querer soltar y luego soltar realmente. ¿Qué estás sosteniendo que podrías soltar? Quizás una idea del amor basada en el sufrimiento y en el sacrificio o una versión de ti mismo que ya no encaja con la vida que deseas. Si no lo sueltas, la misma historia se repetirá porque lo que sostienes define lo que sigues atrayendo.
- Además, hazte consciente de que ya tienes una vida en la que te mueves con autonomía, que sigues trabajando, estudiando, quedando con gente o saliendo a hacer la compra. Ya tienes una vida y no es que sin esa persona no tengas vida. “Libérate y haz espacio para lo que te mereces”
¿Qué otras cosas ya has hecho para liberarte de este tipo de relaciones?
Seguramente la persona emocionalmente NO disponible querrá tu amistad y aquí tendrás que valorar si lo que te puede aportar te compensa, si su generosidad, si la atención que te puede dispensar va acorde y puede ser equilibrada con lo que tú necesitas. Te recuerdo que las personas emocionalmente no disponibles pueden no estar dispuestas a ofrecer el apoyo emocional que una amistad necesita.
Desde mi punto de vista, ¡¡¡¡cuidado!!!!! No lo recomiendo porque además de que ya te ha demostrado lo que puede darte, poco comparado con lo que tú has dado, puede disparar de nuevo la antigua conexión emocional que tuviste. Conozco casos en los que antiguas exparejas que salieron con personas emocionalmente no disponibles, después de años volvieron a tener contacto, intentando una amistad y se volvieron a enganchar, comenzando a sufrir otra vez…
Recuerda:
El Amor de verdad no te rompe, te repara.
No te hace dudar, te da certeza.
No te consume, te nutre.
¿Sientes esto al lado de la persona con la que compartes tu vida? Si no es así quizás te tengas que replantear la relación.
Y después de todo lo que te he compartido ¿Qué vas a hacer para atraer lo mejor para ti?
Te recuerdo que estoy siempre a tu disposición, si quieres hablarme de tu caso te responderé cualquier pregunta o duda que quieras hacerme.
No te olvides que te acompaño con pasión hacia el logro de tu éxito.
Milagros García

0 comentarios