Parece que el networking está de moda. Pero ¿estamos preparados para buscar oportunidades?
El Networking o el trabajo en red se está enfocando más en el hecho de crear una red que en el hecho de trabajar con alguien. Se confecciona una red que se teje a base de eventos y encuentros.
Podría decirse que funciona desde el contigo y sin ti. Quiero decir, sin necesidad de aumentar la estructura empresarial, externalizando servicios o contando para ellos con personas que se puedan conocer en estos encuentros. En muchos casos, ¡se encuentra justo lo que se estaba buscando!
Poner en contacto siempre ha sido un trabajo incluso bien remunerado. Hoy existen también empresas en las que se configuran grupos cerrados, donde se recomiendan los servicios prioritariamente a y de los miembros del grupo, creciendo en productividad e incrementando los beneficios a los miembros de dicha red.
Podríamos decir que las empresas que funcionan con un sistema de multinivel también hacen networking, ampliando la red de contactos, de clientes y de consumidores, así como de componentes de la red, que utilizan también los servicios o productos ofrecidos.
Las personas que acuden a los networking suelen ser autónomas o empresas que miran por sus propios intereses valiéndose de la espiral de creatividad que surge cuando se combinan las ideas y propuestas sumadas entre unos y otros.
Esta forma de relacionarse para crecer juntos tiene ya una asociación nacional de networking (ASONET) y se conforma con claridad en un momento en el que las organizaciones tienden a las estructuras más horizontales y donde los acuerdos de colaboración son fundamentales.
Sobre networking ya se han escrito muchos libros. Quiero destacar de ellos algunas claves para poder realizar un buen networking:
- Tener claro el objetivo. ¿Para qué voy? ¿qué quiero conseguir?
- Preparar un buen elevator pitch: un minuto en el que explicar lo que haces y lo que quieres de forma que genere expectativa como para que te den una segunda oportunidad ya solo para ti, en la que explicarlo con detenimiento.
- Estar abierto a nuevas posibilidades. Dar la oportunidad a las nuevas perspectivas, dar cabida a lo diferente, a permitirse que pueda ser de otra manera.
- Escuchar completamente, con todo nuestro cuerpo, con empatía y sin escucharnos a nosotros mismos para poder captar lo máximo de lo que nos cuenten. Saber preguntar, para obtener la información deseada y las dudas respondidas. Practicar, en definitiva, una escucha activa.
- Confianza para ser confiable y confiar en que la posibilidad y la persona que se presenta pueda ser viable y exitosa.
- Credibilidad. Si tú no te lo crees, si no te entusiasma, no vas a entusiasmar a nadie. Es colaborar por capacidad, por proyección, por visión compartida.
- Generosidad para dar y para recibir.
Y finalmente, discernir: tomarse un tiempo para recapacitar entre las opciones presentadas. Si hay alguna que se ha alineado con nuestros objetivos a corto, medio o largo plazo. Valorar si ha habido alguna propuesta inesperada que suponga una alternativa interesante que proporcione una nueva vía por la que avanzar no tenida en cuenta hasta el momento. Elegir a aquellas personas con las que merece la pena tener una nueva reunión o contacto para profundizar, aunque no tiene por qué ser determinante desde ese momento. Y sobre todo, disfrutar del momento, de ese recorrido de indagación apreciativa. ¡Puede llevarte al éxito!
¿Te apuntas al networking?
Te espero en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
Un post que demuestra los argumentos que debes manejar para realizar un buen networking. El Elevator Pitch los deberíamos de trabajar mucho más, el poder contar un proyecto en tres minutos es determinante y apasionante. Un saludo