Me mandan a una formación, ¡con todo lo que tengo que hacer! ¿Cuántas veces has dicho esta frase? Lo cierto es que si has pensado o dicho esto seguramente eres una persona implicada con tu trabajo. Lo malo, si solo trabajas en lo urgente, nunca te vas a dedicar a lo importante.
¿Por qué digo que es importante? Según la guía para líderes de talento realizada por Cornerstone, para 2025, el 44% de las habilidades que los trabajadores necesitarán para desempeñar sus funciones de forma efectiva habrán cambiado. También nos dicen, que una de cada tres habilidades de cualquier publicación de empleo del 2017 en las áreas de informática, finanzas o ventas ha quedado obsoleta. Y que antes de 2025, 85 millones de puestos de trabajo desaparecerán y 97 millones de puestos de trabajo serán creados.
El 2025, como quien dice, es mañana. Y el trabajo que desempeñemos mañana puede no estar tan relacionado con el trabajo que realizamos hoy o, al menos, puede que no se materialice de la misma manera.
¿Qué podemos hacer para prepararnos y seguir siendo valiosos en nuestro trabajo?
Tanto si quieres cambiar de trabajo, como si quieres mantenerte en tu empresa ten en cuenta esto:
Necesitas una actitud de apertura
Abrir nuestra mente a los cambios, a lo diferente, a las posibilidades, a movernos. Ya lo hemos hecho con la pandemia, luego somos perfectamente capaces de hacer las cosas de otra forma. No hay excusa, ni vale el “yo soy así y así seguiré”. Es cuestión de necesitarlo y de querer. Por ejemplo, has de saber que los trabajadores con movilidad interna permanecen en la empresa casi el doble, entre otras cosas, porque es más fácil moverse de puesto dentro de una empresa, que conseguir trabajo en otra nueva.
Aprovecha las oportunidades de adquirir conocimientos y habilidades
Como no sabemos lo que nos va a venir mañana, en nuestras empresas las personas de Recursos Humanos, los gestores de la formación suelen prever lo que el equipo va a necesitar en función de la información que tienen de la estrategia de negocio o del entorno. Así que, si nos proponen alguna formación puede ser, fundamentalmente, por tres cosas:
- Hemos de cumplir con alguna normativa.
- Hay una carencia/necesidad de conocimiento o habilidades.
- Se quiere promover un cambio dentro de la organización.
En cualquiera de los casos, salimos beneficiados. Si había una carencia y nos forman, podremos aprender a hacer las cosas mejor, con lo que tendremos mejores resultados y será más fácil mantenernos en el puesto e incluso crecer dentro de la empresa. Si se quiere promover un cambio, mejor sumarse porque los que se queden atrás serán más fácilmente descartables. Cumplir normativa es necesario para todos, por salud, por una cuestión social.
Así que, cada formación a la que te propongan asistir, te invito a realizarla como lo mejor que puedes hacer ese día porque estarás sembrando tu futuro. Además, si no te dieran formación, seguramente también te quejarías de que tu empresa no te tiene en cuenta o no se actualiza.
Piensa en competencias y habilidades
Las competencias y las habilidades son transversales y versátiles para muchos y diferentes puestos de trabajo. Descubre y pon en valor cuáles son las tuyas. De esta forma, si la empresa se ve llevada a reubicar talento, podrá contar contigo en otro puesto en el que sean necesarias o muy valoradas esas habilidades y competencias, porque el conocimiento es más fácil de aprender, se requiere menos tiempo para adquirirlo, un tiempo que normalmente se entiende de adaptación al nuevo puesto.
Trabaja tu desapego
Solemos hacernos fuertes en nuestra mesa, en nuestra oficina, tenemos nuestro sitio cogido para comer, el café que eliges de la máquina es tu café… Desde pequeños aprendimos muy bien eso de “es mío”, también hemos aprendido que todo está en continuo cambio, aunque quizá lo hacemos de forma menos consciente. De la misma forma que te has podido cambiar de casa cuando tus necesidades personales han cambiado, o cuando has cambiado de pareja porque ya no “encajaba” contigo, el puesto de trabajo no tiene por qué ser para toda la vida igual, de hecho, si lo fuera, podría resultar muy aburrido.
Tenemos un problema de identificación que viene por la forma de expresarnos cuando nos preguntan por nuestra profesión. Solemos decir: “soy informático”, “soy psicóloga”, “soy asesor comercial”… Si te das cuenta, a lo largo de tu vida has ido cambiando esto, ¿verdad? Entonces, ¿por qué te vas a resistir a “ser” ahora otra cosa? Es un trabajo diferente, no pasa nada. Simplemente, tendrá otro nombre.
Ponle ganas
Pon en juego la voluntad para aprender, para comprender las características de un nuevo puesto, de una nueva herramienta para funcionar, de la tecnología que se aplique… Utiliza tu curiosidad para avanzar, para trastear, para preguntar sobre el trabajo que hacen otros, para interesarte por tendencias, estrategias, sistemas de funcionamiento diferentes a lo que tú haces. Ya que lo vas a tener que hacer, hazlo con la mejor de tus intenciones. Si lo ves como un castigo, te va a ir generando rechazo y al final, te perjudicará en la adaptación a lo que tenga que venir. No juegues en tu contra.
Déjate ver
Preséntate voluntario para nuevos proyectos, para tareas diferentes a la tuya o para hacer trabajos conjuntos con personas de otras áreas. Que te conozcan también facilitará que quieran trabajar contigo en el futuro. Y si además muestras tus capacidades, das lo mejor de ti mismo, eres facilitador del trabajo y promotor de resultados, entonces, sabrán lo que ganan teniéndote a su lado.
Plantéate a dónde quieres llegar
Ir haciendo movimientos forzados no es igual que ir haciendo movimientos buscados. Si tienes un objetivo, cualquier oportunidad la valorarás en tanto en cuanto te acerca o aleja de tu objetivo. Así podrás ir redirigiendo tu futuro alineando tus intereses con los de tu empresa, lo que os permite crecer juntos.
Las empresas necesitan trabajadores con talento que sepan llevar las riendas en el futuro. Puedes ser tú si te capacitas para ello. La formación y el entrenamiento son tus aliados, no dejes pasar la oportunidad. Comienza hoy mismo, porque el 2025 está a la vuelta de la esquina.
Ahora que sabes esto, ¿qué vas a comenzar a hacer para prepararte para tu trabajo del futuro?
Aprendiendo en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
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