Ofrecer servicios o vender productos supone un acto de ‘dar’.
A veces, nos encontramos con desánimo para estar en el puesto de trabajo ya sea por pensamientos acerca de la bajada en las compras, por creencias y valores no compartidos con el producto o la empresa a la que representamos, por deseos de encontrarnos en otro lugar que no sea el del puesto de trabajo, esperando que pasen las horas…
Es como si dejásemos de estar presentes. Pero si no estamos presentes es difícil que nos reconozcamos nuestro buen trabajo o que los demás nos valoren. Además, perdemos las ganas de saludar a quien entra por la puerta, de poner la mejor de nuestras sonrisas acogiendo a quien llega, cayendo poco a poco en cierta apatía por nuestro trabajo.
Nos despersonalizamos y podemos llegar a convertirnos en máquinas dispensadoras incapaces de reconocer al cliente, llegando a creer que estamos ahí situados para que nos den dinero y le demos lo que piden sin más intercambio.
Por este motivo, creo que es importante no olvidar el sentido de ‘dar’ al que hacía referencia al inicio y recuperar la posición de ofrecimiento que forma parte de nuestra función como comerciales, personas dedicadas a la atención pública, personas que trabajan en tiendas, restaurantes, etc…
– Hay quien da poco de lo mucho que tiene buscando el agradecimiento, pero su deseo oculto corrompe sus dones.
– Hay quien poco tiene y que lo da por entero.
– Hay quien da sin más, sin pensar en perjuicios o loas.
– Hay quien dan con alegría, y esta alegría es su recompensa.
Y es que podemos dar de diversas formas, y nosotras proponemos dar:
· Reconociéndonos y reconociendo a la persona a la que damos
· Aportando generosidad
· Con la actitud de querer dar
· Con conciencia en lo que estamos haciendo
“Bueno es dar cuando se es solicitado pero mejor es dar sin ser solicitados, por comprensión; y buscar al que ha de recibir es para los generosos, una alegría más grande que el mismo don” (Khalil Gibran)
Elegimos no ser máquinas dispensadoras que despachan de forma impersonal, y atender, manteniendo y fomentando la relación entre las personas que somos, siguiendo, por ejemplo, las pautas que os ofrecíamos en nuestro post en relación a las buenas prácticas en la atención al cliente.
Y vosotr@s, ¿qué dais en vuestro trabajo, en vuestro día a día? ¿qué ponéis de vosotr@s mism@s en lo que hacéis de forma proactiva y no reactiva?
Recuerda que te espero en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
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