Querido compañero,
¿Cómo te tomas la crítica? ¿La crítica te ayuda o te daña?
Hoy quiero hablarte de la importancia de la crítica y de saber ofrecerla para ayudar y no dañar.
Las dos caras de la crítica
Toda crítica puede ser constructiva o destructiva dependiendo de cómo y cuándo se dé o de cómo se interpreta lo que te dice el otro.
La vida nos expone continuamente a situaciones criticables y es importante la intención con la que se critica. Es necesario aprender a reconocerlas para rechazarlas o para aprovecharlas.
Según la RAE criticar tiene dos acepciones:
- Analizar pormenorizadamente algo y valorarlo según criterios propios, de la materia que se trate.
- Hablar mal de alguien o de algo, o señalar un defecto o unas tachas suyas.
La primera sería aportar una opinión personal sobre algo y la segunda sería dar una crítica destructiva.
Si la crítica es constructiva la intención es ayudar a resolver un problema o ayudar a una persona a mejorar, te aporta algo nuevo, te enriquece y te potencia. Es aquella que llama la atención sobre un aspecto que ignoramos o hemos pasado por alto y que podríamos mejorar. En cambio, con la crítica destructiva lo que se pretende es herir, hacer daño a la persona a la que se hace la crítica o enardecer un hecho que consideras negativo de la persona, haciendo de altavoz de este.
Además, cuando haces una crítica constructiva, hablas desde ti y tu opinión, lo que es totalmente válido, ya sea que algo te guste como si no. En cualquier caso, la crítica en positivo siempre será una mejor opción.
El secreto de una crítica constructiva
Si quieres dar una crítica constructiva te invito a que practiques lo siguiente, Frank A. Clark resumió a la perfección el secreto para hacer una crítica constructiva: “Las críticas, como la lluvia, deben ser lo suficientemente suaves para alimentar el crecimiento de un hombre sin destruir sus raíces”:
- Practica la autocrítica. Antes de criticar a alguien es conveniente evaluar los propios comportamientos y pensamientos y hacernos conscientes de nuestros errores para mejorar nosotros también.
- Elige el momento. ¿Cómo se siente la persona que va a recibir la crítica? ¿Es un buen momento o está baja de ánimo o atravesando un mal momento? Valora los sentimientos y las emociones de la otra persona. Si te importa la persona cuida su estado de ánimo y el momento para que te escuche mejor y no le “hunda” más lo que quieres comentarle. No olvidemos tener siempre en cuenta la perspectiva, la situación y las circunstancias en que una persona se encuentra antes de hacerle nuestras sugerencias.
- Escoge la intimidad. Si quieres comentar algo a alguien, mejor en un lugar tranquilo y a solas que con otras personas para que no se sienta poco valorado o atacado y no hacer latente eso que no es tan positivo a los demás. La idea es que logremos motivar a mejorar, no generar situaciones incómodas o que le resulte un reproche.
- Separa a la persona de la situación o problema. No le cuestiones como incompetente, centra tu crítica en conductas o resultados no en la persona. “La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa sino a la libertad de juicio”, escribió Fernando Sánchez Dragó.
- Si vas a criticar algo, conoce el tema del que vas a hablar. Opina sobre temas que sepas, con el fin de sumar y que el otro valore tu opinión y el tiempo que pasa hablando sobre el tema que sugieres.
- Utiliza un lenguaje claro y conciso. Es importante que profundicemos y detallemos, cuáles son nuestras observaciones y recomendaciones, con el fin de evitar malentendidos. Además, cuida tu comunicación no verbal, cuida tu tono amable, evita dramatizar y háblale como te gustaría que te hablaran a ti con empatía, respeto, asertividad y educación.
- Valora las posibilidades de la otra persona. ¿Tiene el otro los recursos necesarios para cambiar la situación? Evita criticar si la persona no puede cambiar su situación real y si te importa, ofrécele tu apoyo en la medida que te sea posible.
- Practica la comunicación bidireccional. Tras terminar tu crítica, es necesario que des la oportunidad a que el otro te dé su punto de vista sobre tus sugerencias y que intercambiéis opiniones.
- Apóyale. Recuérdale lo que es importante para él, lo que desea y que vale la pena realizar el esfuerzo para lograr sus objetivos. Bríndale sugerencias y apoyo: no cierres puertas sin abrir nuevas posibilidades.
¿Qué otras claves conoces para realizar una crítica constructiva o positiva?
Recuerda, si tras hacerte una crítica alguien te dice por tu reacción o comportamiento, por ejemplo: “tienes la piel muy fina”, “no se te puede decir nada”… ¡plantéate si te han dado una crítica positiva o negativa!
Las personas que con frecuencia hacen críticas destructivas o negativas manifiestan escasa empatía, egoísmo, rigidez mental, intransigencia e insensibilidad. Muestran también su baja autoestima y su pésimo autoconcepto. Criticar es fácil, sin embargo, realizar una crítica constructiva es un arte que pocos conocen.
Winston Churchill dijo que “las críticas no serán agradables, pero son necesarias”.
Después de lo que te acabo de compartir ¿de qué te has dado cuenta? ¿Qué vas a hacer para realizar críticas constructivas?
Te recuerdo que estoy siempre a tu disposición, si quieres hablarme de tu caso te responderé cualquier pregunta o duda que quieras hacerme.
No te olvides que te acompaño con pasión hacia el logro de tu éxito.
Milagros García
0 comentarios