La semana pasada os hablé de lo que yo entiendo por coaching y os dejé algunas de las características básicas de esta técnica. Hoy quiero profundizar un poco más, en este caso con las competencias del coach.
Para algunos el coaching se convierte en una filosofía de vida e incorporan las competencias a su día a día. Incluso, cada vez más se valora la importancia de adquirir estas competencias en los puestos de dirección de equipos, encontrándonos numerosas formaciones de lo que se llama “líder coach”.
¿Y qué competencias son?
La European Mentoring and Coaching Council (EMCC) determina una serie de competencias que ha de tener el coach, que están relacionadas con la propia práctica del modelo de coaching, la forma de llevarlo a cabo y el compromiso con el desarrollo personal.
Sin embargo, cada escuela determina las que considera imprescindibles y cada coach explora en su desarrollo en la práctica aquellas que considera que tienen mejores resultados. Por mi parte os quiero dejar algunas de las que considero más importantes:
- Creer que puede. Como decía Henry Ford “Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”. Un coach ha de creer en su coachee y en que lograr su objetivo es posible y se asegurará de que así sea acompañando en la determinación de los objetivos para que éstos estén bien definidos (por ejemplo, con la técnica SMART-E). ¡El coach puede ser el mejor fan!
- Confianza. La relación de coaching ha de estar basada en la confianza, una confianza que podrá facilitarse, por ejemplo, atendiendo a la confidencialidad de los procesos, propiciando un entorno de seguridad que permita la prueba y error, la duda, el descubrimiento, la transformación…
- Comunicación. Como el coaching se realiza en base a una conversación en el que prima la escucha y la pregunta, la comunicación ha de ser transparente, clara, transcendente, sin juicio, asertiva, constructiva, retadora, retroalimentada, con conciencia y coherencia entre el lenguaje verbal y no verbal. En cualquier caso, adaptada al interlocutor.
- Potenciar. Extraer las mejores capacidades, fortalezas y cualidades para que el coachee se despliegue en su máxima plenitud, con sus mejores recursos y respuestas, con las herramientas que le permiten avanzar de forma más ágil y facilitadora. El reconocimiento de todo esto es fundamental.
- Adaptabilidad. Flexibilidad para acompañar de la forma más adecuada a cada uno de los coachees en sus distintos ámbitos, con sus diferentes tipologías y motivaciones, con sus tiempos y ritmos, con sus creencias, con sus mapas mentales…
- Capacidad de análisis y síntesis. La capacidad para realizar una indagación apreciativa, para profundizar, temporizar, facilitar la evaluación de prioridades, determinar las áreas y contextos en los que se muestran ciertas actuaciones y/o recursos, bloqueos, etc. Y también, capacidad de resumir, concretar y sacar conclusiones.
- Orientación a resultados. Acompañar en la forma de llegar a los objetivos deseados, abriendo posibilidades y opciones, verificando la motivación a la consecución y el compromiso por conseguirlo, apoyándole para que se mantengan los propósitos también en los momentos más bajos o menos propicios.
- Apertura. Cada coach necesita vaciarse de sí mismo para llenarse del otro. Y ese llenado puede ser muy diferente a cómo es uno mismo, con lo que el coach podrá acompañarle solamente desde la aceptación completa del coachee, evitando los filtros, ruidos o diálogos internos que puedan etiquetar una actuación o a la propia persona. Es apertura para lograr la máxima comprensión del otro desde él y también para facilitar alternativas con creatividad.
- Idoneidad. Capacidad de encontrar la pregunta oportuna en el momento oportuno. Saber utilizar el modelo, la técnica, la herramienta, la filosofía más adecuada para la necesidad presentada por el coachee, la que permite superar obstáculos de la forma más sencilla, la que permite el descubrimiento y el cambio para tener sobre lo mismo una nueva perspectiva.
¿Creéis que podemos entonces aplicar estas competencias a los directivos, responsables y jefes de equipos? ¿Qué pasaría si las incorporamos? ¿Nos entrenamos como líderes coach?
Te espero en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
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