El líder, como representante de la empresa, ha de prepararse y analizar la situación para saber qué hacer para llevar a los equipos a ser emocionalmente inteligentes. Esta crisis nos da la oportunidad para mejorar. Las siguientes actuaciones pueden ser un buen comienzo.
- Revisar los valores. ¿Los que tenemos siguen siendo útiles? O quizá necesitamos darles una vuelta y añadir algunos como la confianza, la innovación, el empoderamiento, la flexibilidad…
- Replantear procedimientos y nuevas formas de hacer alineados con los nuevos valores. El líder tendrá que analizar en profundidad los puestos y las tareas a desarrollar. Revisar las herramientas de que disponen actualmente y si se necesitan otras más adecuadas.
- Replantear roles de equipo: Es fundamental que las personas que están en tu equipo sean las que quieres que estén en tu equipo y que las aprecies. Si no las pones en valor o si no confías en ellas, no las vas a tratar todo lo bien que deberías y no se van a sentir valoradas como desearían. Valora también si necesitas otros miembros que impulsen tu equipo.
- Abrirnos a la posibilidad de externalizar procesos. ¿Quién me puede ayudar a hacer esto mejor? Existen empresas tecnológicas, proveedores de servicios o proveedores de formación y apoyo como 2miradas que pueden ser determinantes a la hora de alinear de nuevo a los equipos y aprovechar los puntos fuertes y el talento, revisar el compromiso y volver a analizar los puestos de trabajo y las personas que lo llevarán a cabo, valorando su emocionalidad.
- Marcar objetivos y metas muy claros, priorizando y poniendo fechas de cumplimiento. Esto emocionalmente nos afecta mucho, porque sin objetivos claros, no sabemos qué hacer. Si los defino mal, pueden ser frustrantes, desmotivantes, exigentes… Pero cuidado, en estos momentos hemos de ser conscientes que obtener exactamente los mismos objetivos que en condiciones óptimas no será posible. ¿Tienen los medios y recursos adecuados para desempeñar 100% su trabajo? ¿Tienen las condiciones propicias para desempeñar 100% su trabajo? Quizá haya que flexibilizar plazos, proporcionar mejores recursos… Para que podamos mantener el trabajo flexible, necesitamos mantener una parte directiva de orientación al logro y a resultados. Definiendo objetivos claros que las personas conozcan y con los que estén de acuerdo, incluso descritos conjuntamente, para estar emocionalmente más comprometidos con ellos y más tranquilos al saber que los pueden lograr.
- Incluir objetivos que promuevan la inteligencia emocional como por ejemplo ¿qué voy a hacer como empresa para dar tranquilidad a mis colaboradores respecto a la seguridad en empleo? o ¿proveo herramientas que les funcionen para que no se frustren? o ¿qué hacer para que puedan superar una pérdida? Y objetivos que cuiden la salud laboral. ¿Qué medidas he de tomar para mantener la salud de mis colaboradores?
Tenemos mucho trabajo que hacer. Y hemos de liderar a nuestros equipos cuidando las emociones más que nunca.
Estamos a tu disposición para ayudarte en ello.
Raquel Bonsfills y Milagros García.
*Compartimos estas reflexiones tras participar en el Café para todos DUO organizado por el Instituto Europeo de Innovación en Inteligencia Emocional (IEIE).
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