No nos gusta que nos cambien los planes, ni que nos saquen de nuestro “mundo”. Solo lo aceptamos a regañadientes cuando está justificado o le vemos cierto sentido. Sin embargo, a veces pequeñas acciones o cambios en lo que tenías previsto pueden tener un efecto maravilloso en los demás y, en consecuencia, en ti. Se trata de cubrir necesidades o deseos que el equipo o las personas de tu alrededor tienen y que, aunque a nosotros no nos parezcan importantes, la persona que lo recibe agradece. A...
