por 15 de julio de 2014Habilidades

¿Aceptas las críticas?

¡A quién no le han criticado alguna vez! Y cuántas veces habremos respondido entrando en disputas sobre la crítica realizada, llegando a enfadarnos con la persona que nos la emitió.

Las críticas son inevitables porque cada persona tiene una forma y una idea sobre cómo han de realizarse las cosas. Y aunque suene a tópico, “nunca llueve a gusto de todos”. La cuestión es que no podemos gustar a todo el mundo.

 Aceptar críticas

Sabiendo esto, ¿cómo nos tomamos las críticas?

Tendemos a reaccionar, a justificarnos, e incluso podemos sentirnos heridos y molestos de forma que muchas veces entremos en un ir y venir de ataques y defensas, que lejos de enriquecernos y ayudarnos a mejorar, nos pueden llevar a entorpecer las relaciones y a no dar lo mejor de nosotros mismos.

¿Es posible llevar las críticas de otra forma?. David Burns dice que “dominar el arte de manejar la denigración y la desaprobación de los demás sin reaccionar con odio, sin poner en juego nuestra autoestima y sin perder la capacidad de funcionar adecuadamente es una habilidad muy importante que está al alcance de cualquiera que desee aprenderla”.

Algunas sugerencias para aceptar mejor las críticas:

Diferenciar si la crítica es constructiva o destructiva. Ya habíamos hablado de dar feedback mejor constructivo mas no todas las personas lo hacen así. Por tanto hemos de identificar si las crítica es constructiva o no. Algunas preguntas que podemos hacernos para saberlo son: ¿Por qué se ha dado la crítica?¿Qué intención tiene? ¿Se ha hecho en privado o en público? ¿Me ayuda a crecer o aprender, o es el resultado de un sentimiento herido? ¿Es facilitadora o juzga?

Separar la crítica de la persona que la hace. Si para nosotros es una persona a la que respetamos quizá tengamos que cuestionarnos ¿y si tiene razón? ¿qué me ha querido decir con ello? Sin embargo, si consideramos que es una persona que suele criticar, que tiene interés en llamar la atención, posiblemente no le daremos tanto crédito.

Considerar la crítica como un regalo. Como decían Barlow y Moller en su libro, la actitud con la que afrontamos la crítica es muy importante para que podamos aprender de ellas. Cuando las críticas son realistas nos pueden dar información valiosa que nos permite corregir errores. Y si alguien los ha visto antes que nosotros, será muy de agradecer que nos lo hagan saber aunque nos cueste, en un principio, asimilarlo.

Liberarnos de la necesidad de aprobación. Ser fieles a nosotros mismos y a nuestras ideas. Si creemos que hemos hecho un buen trabajo aunque nos lo critiquen seguiremos sintiendo que es un buen trabajo, y que quizá sea mejorable nos ayuda a aprender y a seguir caminando hacia la excelencia. Si nos centramos sólo en el éxito final y alguien nos lo tira por tierra, muchas veces hacemos un tachón a todo el trabajo que hemos realizado para llegar a ese resultado. Ser capaces de valorarnos y valorar cada logro conseguido hasta llegar ahí, nos ayudará a liberarnos de la crítica no constructiva y de poner en valor el resultado conseguido.

Técnica de las tres columnas. Tiene que ver con el cambio de pensamiento para mejorar nuestro estado de ánimo. Basado en la psicoterapia de la razón, David Burns nos invita a modificar el pensamiento negativo que nos surge tras una crítica o situación desagradable identificando argumentos realistas y racionales para que seamos más objetivos y podamos ofrecer una respuesta más adecuada.

Relativizar. No tomarnos todo tan en serio, reírnos de nosotros mismos, darnos la posibilidad de no tener razón, relajarse y aprender manteniendo la sonrisa.

Responder asertivamente a las críticas. Como muy bien explica Elia Roca en su libro “Cómo mejorar tus habilidades sociales”, se responde a las críticas siguiendo cuatro pasos:

  1. Pensar de forma asertiva. Cambiar las exigencias por preferencias, aceptar que tenemos derecho a equivocarnos, plantearnos ¿qué pienso yo sobre lo que me ha dicho?
  2. Pedir detalles para comprender el punto de vista del otro. Concretar a qué se refiere, pedir ejemplos, datos en los que se basa para decir que lo que dice, haciendo preguntas con actitud de sincero interés.
  3. Mostrarse de acuerdo en lo posible. Si nos han dado datos y se han basado en hechos reales, no tiene sentido refutarlos, luego en eso estaremos de acuerdo. Y cuando nos hablen de opiniones, aceptar que es el punto de vista del otro. Es posible que ese punto de vista no lo compartamos. Si empatizamos con la persona que nos critica estando de acuerdo, evitaremos entrar en discusión y podemos aprovechar la diferencia de visión como una riqueza en la comunicación. Valoramos la diversidad.
  4. Explicar nuestra posición. Una vez que hemos preguntado y escuchado, es el momento de dar nuestra versión y nos mostraremos con una mayor serenidad incluso para valorar y plantear posibles soluciones. Comenzar por “comprendo lo que me dices…”, “tienes razón en…” y después añadir nuestro “pero”, “y además” o “sin embargo”. Disculparnos si es pertinente ¡también es de agradecer!

Fomentar una buena comunicación efectiva, en la que haya un clima de apertura para poder opinar y enriquecer, rodearnos de personas con una actitud positiva que busquen la mejora continua y la excelencia, sin juicio ni exigencia, sólo facilitando la experiencia del aprendizaje,… Todas ellas erán buenas prácticas para generar una mejor respuesta ante las críticas.

Y tú, ¿cómo respondes ante las críticas?

Te espero en el camino del crecimiento.

Raquel Bonsfills

Comparte este artículo en tus redes

SOBRE LA AUTORA:

<a href="https://2miradas.es/blog/author/raquel/" target="_self">Raquel Bonsfills</a>

Raquel Bonsfills

Licenciada en Administración y Dirección de Empresas con posgrado en Alta Dirección Hotelera por Les Roches, pronto encamina su carrera profesional hacia el área de RRHH realizando el programa superior de Dirección de RRHH de EAE - Deusto. Desde 2009 apuesta por el crecimiento personal y profesional, centrando su carrera en la consultoría y formación para empresas. En la actualidad, es CEO y socia fundadora de www.2miradas.es.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar:

La importancia de tener un momento en calma

La importancia de tener un momento en calma

Querido compañero, ¿Alguna vez te has sentido abrumado por la agitación de la vida? ¿Has deseado con toda tu alma un momento de calma en medio del torbellino cotidiano? "Necesito tener un momento de calma. Necesito un momento para no desbordarme....

Comunícate con asertividad

Comunícate con asertividad

Querido compañero, ¿Sabes comunicarte adecuadamente? Cuando te comunicas, ¿reaccionas o respondes? Antes de conocer la comunicación asertiva, pensaba que en algunas ocasiones me tenía que callar, utilizaba el silencio, creía que era lo que tocaba...