¿Has acudido a presentaciones en las que te has perdido? ¿Qué no han captado tu atención? ¿Presentaciones llenas de números y datos técnicos incomprensibles o ilegibles? ¿Has tenido que realizar una presentación y te has puesto a escribir o a crear un power point directamente? ¿Siempre es necesario un power point?
Sobre presentaciones hay mucha variedad, tanto en estilos como en formatos, contenidos o momentos y lugares donde se realicen. Sin embargo, la clave principal para el éxito de una presentación es la preparación.
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Y ¿qué hemos de preparar? Puedes seguir estos 7 pasos:
- Para qué. Cada presentación tiene un sentido y también unas posibles consecuencias. Según lo que comuniques y cómo lo comuniques así será la respuesta del otro. Una respuesta que habrá que predecir. Por eso, es importante pensar qué va a hacer el otro con esa información que le voy a transmitir y lo relevante que es para él. Si no es nada bueno, mejor será el silencio.
- Para quien. Cada público es distinto. Si quiero presentar mi idea de negocio no será lo mismo hacerlo ante un grupo de inversores que a un grupo de posibles colaboradores, porque seguramente el contenido varíe. Un inversor buscará más la viabilidad y un colaborador buscará más su posible aportación personal al negocio y beneficio. Adaptarse a cada público nos hace preparar diferentes versiones según sea el interlocutor y tendremos que conocer al máximo a ese interlocutor. Conocer sus intereses, su jerga, su problemática, sus posibles dudas, sus necesidades,…
- Cuánto tiempo tienes. El tiempo es esencial a la hora de preparar una presentación porque no es lo mismo contar con el minuto que te ofrece una conversación de ascensor (elevator pitch) que dar una charla de 10 minutos, de 1 hora o de 3. Y hemos de hacer una buena gestión de ese tiempo contando que necesitaremos de un tiempo de introducción, desarrollo y conclusión. Y que ninguno de ellos puede no estar. En realidad aquella parte en la que más podremos poner o quitar será la parte del desarrollo, que podremos ajustar:
– En el caso que seamos del tipo de persona que se enrolla y dispersa: acortaremos explicaciones de argumentos haciéndolos más concisos o incluso quitando algunos de ellos.
– En el caso que seamos concretos de los que apenas explicamos el esquema de contenidos: añadiremos ejemplos, argumentos, muestras, vídeos… que nos ayuden a aclarar y comprender mejor lo expuesto.
En cualquier caso, hay que hacer un seguimiento del tiempo. Para ello es recomendable tener un reloj, ensayar como si lo estuviéramos haciendo en directo e incluso con público que nos pueda decir si hay algo que no se haya entendido. Y sobre todo, hemos de conocernos, para saber si somos de los que se nos va la hora o si nos vamos a quedar cortos de tiempo. Practica siempre a un ritmo que se entienda, y hazte consciente de si con los nervios te sueles acelerar o por el contrario, te ralentizas.
Y procura no superar nunca el tiempo que te han dado, los organizadores lo valorarán y los asistentes lo agradecerán. Respeta el tiempo de los demás.
- Cuándo. Dependiendo del momento del día en el que se realice la presentación habrá que ponerle más animación. Según estudios realizados en neurociencia, y como explica el Dr. Bermejo en su libro «Neuroeconomía«, hemos de programar la agenda y tener en cuenta: Día, hora. Antes de… Después de… porque varía el peso del impacto de tu presentación según seas el primero o el último en presentar cuando hay una serie de presentaciones en un evento. Hemos de saber que es más difícil mantener la atención después de comer y por la noche, que en días soleados la memoria se verá afectada por lo que prevé dar bolígrafos y papel. Y evita los lunes y los días de tormenta si quieres que se aprueben nuevas ideas, porque favorecen el ambiente depresivo. Así que en la medida que puedas elige el momento para tu presentación y para citar a los asistentes.
- Dónde. El lugar es importante para prepararte. No será lo mismo un lugar al aire libre donde tendrás que asegurarte que tu voz llega a todos que una reunión en un despacho. Ni será igual la escenografía, dónde te colocarás, cómo te moverás en una sala de reuniones, una sala de formaciones o un teatro. Además, las salas de color azul llevan más fácilmente a la creatividad mientras que las salas con tonos rojos nos limitan la capacidad de tomar decisiones más racionales, llevándonos a la impulsividad.
- Qué decir. Es necesario identificar los puntos clave que quiere que tu público se lleve. Dicen que no han de ser más de tres para que podamos asimilarlo correctamente. Son puntos que habrá que comentar al inicio, desarrollar a lo largo de la presentación y resumir o recordar al final.
Una vez que los tengas, infórmate sobre el tema, investiga, documéntate, y ve anotando lo más importante de tus hallazgos. Después dales un hilo conductor, un sentido, una historia o camino por el que vas a llevar a tus interlocutores.
Determina la necesidad que cubre, el problema o la demanda que existe de un producto o servicio. Expón los beneficios del proyecto. Cuáles son los servicios y/o soluciones que ofrece. Y recuerda explicar por qué tú, tu diferenciación. Ser el protagonista de tu historia, hará que integres mejor la emocionalidad de lo que vayas a contar.
También es importante ponerle un título atractivo. Y encontrar qué puede ser lo más llamativo para captar mejor la atención de los oyentes y que quieran seguir escuchándote.
- Cómo decirlo. ¿Cómo va a llegar mejor tu mensaje? Es importante emocionar así que trabaja tu propia emoción. Si te apasiona, apasionarás. Además, todo lo que se aprende a través de los sentidos nos hace que lo recordemos mejor. Por eso, asegúrate de introducir elementos relacionados con la vista, como imágenes, esquemas, gráficos que hagan el mensaje más fácilmente comprensible; con el oído, buscando las palabras más adecuadas y evitando ambigüedades o muletillas; y con la parte más kinestésica que incluye el gusto, el tacto o el olfato, aquí puedes utilizar aromas, explicar sabores, hablar de sensaciones, llevar muestras que se puedan tocar… Es aquí donde has de pensar si lo más adecuado es una presentación de power point, 😉
Recuerda que van a escucharte a ti, que eres el portador del mensaje y quieren saber lo que les vas a decir. Así que posiciónate en el centro de la escena, y que todo lo que puedas llevar, incluyendo presentaciones digitales o virtuales, son tus herramientas de apoyo en la presentación, no la presentación en sí, que diriges, organizas, armonizas, animas, paras,…y realizas tú. Has de prepararte tú.
Para completar esta información te dejo un vídeo de Natalia Gómez del Pozuelo:
Así que, ahora que ya tienes unas ideas básicas para ayudarte a realizar presentaciones más eficaces, ¿qué vas a comenzar a preparar antes de ponerte a escribir sin más o a hacer una PPT?
Ya sabes que si necesitas ayuda, estamos aquí para ayudarte en tus presentaciones y entrenarte para generar el impacto que desees con tu actuación. ¿Preparado/a?
Aprendiendo en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
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