El tema de los currículum vitae siempre da que hablar. No hay un único criterio para realizarlo y podemos encontrar miles de consejos por las redes que nos indican cómo hacerlo.
Yo quisiera en este artículo hacer referencia a 4 aspectos tanto de forma como de contenido. Y para ello planteo una máxima: ¡que sea lo más coherente contigo posible!
Sobre la forma:
El CV nos da la primera impresión de una persona. Al ver un currículum podemos tener mucha información de una persona, por lo tanto hemos de cuidar su presentación. Los portales de empleo tienen una plantilla para inscribirse lo que no deja espacio a la diferenciación más que por el contenido. Y algunas empresas así lo prefieren para no dejarse influenciar. Yo os invito a coger vuestro CV y mirarlo de lejos, sin leerlo, teniéndolo en la mano y estirando el brazo. ¿Qué dirías de tu CV?¿Qué dice de ti?
La foto. Elegir una foto que ayude, que muestre cómo somos y cómo queremos que nos vean. Podemos pedir a una grupo de amigos que nos digan qué les inspira nuestra foto. Y otro requisito: que sea actual. Las fotos de carnet son las más habituales, que se vea la cara. Y lo normal es que nos mostremos formales, que no sea la foto de las vacaciones pasadas. Pero eso sí, si estamos ante una oferta de empleo de una empresa multiaventura, entonces una foto nuestra haciendo puenting también puede ser una foto adecuada.
Plantillas para hacer nuestro currículum. Existen hoy día numerosos portales on-line donde podemos encontrar plantillas para hacer nuestro CV como los que os dejo aquí. Algunos son muy sencillos sobre todo si es la primera vez que lo realizamos, porque nos dan una guía de lo que hemos de poner. Solo una cuestión al respecto: Si yo me considero una persona creativa, mejor no presentar un currículum de plantilla o por lo menos ¡que no se note! Personalizar las plantillas, decorarlas, colorearlas, dar nuestro toque…lo necesario para hacerla nuestra. Esto tiene mucho que ver con lo que llamamos marca personal.
Fácil de leer. No se trata de una versión novelada de nuestra vida. Se debe poder tener una idea en menos de un minuto. Los seleccionadores reciben cientos de currículum por lo que no pueden dedicarle mucho tiempo a cada uno. Hay que ponérselo fácil. Por lo tanto, usar puntos, enumerar, poner listas o viñetas, negritas,… todo lo que destaque lo importante y nos lleve a ver lo que queremos que se lea. Recordar que el color destaca sobre el blanco y negro, y la imagen sobre el texto. Y también podemos utilizar otros formatos como los vídeo currículum.
Sobre el contenido:
Seleccionar lo importante. Es recomendable tener un recopilatorio de nuestra vida profesional completo. Un documento en el que anotemos todo lo que hemos hecho, desde las clases particulares que dábamos cuando estábamos en el instituto, o el buzoneo de propaganda que hacíamos mientras estudiábamos, hasta el trabajo actual. Con esto hecho, podemos escoger para cada oferta aquello que sea relevante para aplicar al puesto al que optemos. Seleccionaremos lo que nos pidan en los requisitos y que cumplamos, así como lo que creamos que es complementario y aporta valor extra a los intereses de la empresa para que nos pueda contratar.
Incluir la formación, la experiencia y la diferencia. Es habitual que en los CV tengamos tres apartados. La parte de datos personales, donde también podemos poner nuestros intereses y valores; la parte de formación tanto reglada como complementaria; y la parte de experiencia profesional, detallando las funciones y tareas que realizamos en cada puesto. Hoy día, muchas personas envían los datos del perfil de Linkedin como CV. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la información de este perfil no es completa y puede no ser la mejor idea. Si todos completamos el CV así, ¿dónde pones entonces tu diferencia?
Reducido. Si bien en determinados sectores, como en medicina, el currículum se hace muy extenso porque ha de mostrar cada publicación, participación en congresos, etc. Lo normal es que no ocupe más de dos páginas. Por este motivo es importante concretar, sintetizar, elegir muy bien lo que es importante para el puesto al que optamos y lo que es accesorio.
La carta de presentación. Al enviar el CV a través de portales de empleo, o por e-mail, muchas veces perdemos de vista la importancia de la carta de presentación. El CV nos aporta datos, mientras que la carta de presentación nos ha de decir ¿por qué tú? Se puede incorporar al inicio de CV, o en el cuerpo del e-mail que enviemos, o como una carta aparte. Lo importante es que indiquemos nuestra motivación para trabajar en esa empresa y en ese puesto. Por eso no puede ser estándar. Cada puesto y cada empresa son diferentes, tienen unos requisitos y unos valores,…Podemos basarnos en el «quiénes somos» de la empresa para saber más de cómo trabajan y qué es importante para ellos, para alcanzar su misión, y ver en qué medida nos alineamos con ella para ser un buen candidato.
Recuerda que el contrato laboral es bilateral. Tú quieres ser parte de esa empresa y la empresa quiere que tú formes parte de su equipo. Si no crees que esto sea así, aunque sea de manera temporal, mejor no lo firmes.
¿Cómo vas a preparar tu currículum a partir de ahora? ¿Qué vas a tener en cuenta?
Te espero aprendiendo en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
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