Hace un tiempo que vengo investigando y desarrollando un modelo de liderazgo para los equipos, uno que ayude a un funcionamiento más útil, ágil y práctico para las empresas de hoy. Y es que queremos tener los mejores resultados, en el menor tiempo posible, desarrollar el talento y máximo potencial de nuestros equipos, que haya una coordinación y comunicación efectiva, que estemos perfectamente inter e intraconectados, que no perdamos el foco de los sueños y objetivos a lograr… ¿Y todo eso lo tiene que hacer un líder?¿O lo pueden hacer dos?
Creo que es importante ante la flexibilidad que requieren los proyectos y el entorno, que surjan los líderes que sean necesarios según lo que haya que desarrollar y desempeñar en cada momento. ¿Y por qué lo creo? Porque dado que cada persona es especialista en un área, puede liderar el avance del proyecto en esa área. Por ejemplo, creamos un equipo de emergencias en las empresas para cuando sucede algún indeseado accidente o incendio, se pone a la cabeza la persona que mejor conoce lo que hay que hacer en esa situación aunque en su trabajo habitual no tenga la necesidad de ser él quien lidere el desarrollo del trabajo. Como los gansos en su vuelo en V, los líderes se pueden hacer el relevo y pueden trabajar en equipo.
Por lo tanto, en este contexto y en todo proyecto, organización y equipo, podemos plantear la actuación de los líderes desde dos miradas.
El líder de la mirada externa: es el líder hacia fuera.
Tiene clara la misión y la visión de lo que se quiere lograr y la transmite al equipo con pasión, entusiasmo, energía positiva, ánimo de logro y superación de obstáculos. Alienta y motiva a cada uno de sus miembros.
Se relaciona con el exterior, con los clientes, con el mercado… por lo que conoce las necesidades, escucha, tiene olfato para detectar las oportunidades, visión para el negocio y sabe cómo aportar el valor que éstos demandan.
Protege la imagen del equipo, lo cuida y defiende. Sabe ensalzarlo y hacerlo visible para los demás y el entorno. Actúa como lo haría el manager de un artista.
Revisa el trabajo para asegurarse de que cumpla las expectativas del cliente o del receptor del producto o servicio ofrecido. Además supervisa que se ajuste a los requisitos que éste requiere y transmite a ambas partes cómo ir adaptando las funcionalidades y mejoras que sean necesarias.
Es un líder que ayuda al equipo. Sabe lo que se puede ofrecer, conoce el producto y lo que puede llegar a lograr el equipo. Busca el éxito para todos.
Aporta los contactos y los recursos externos que puedan ser necesarios para facilitar el trabajo desde un punto de vista estratégico.
Sabe enfocar el valor para el negocio, asegura un buen retorno de la inversión (ROI) y analiza el coste/beneficio de las acciones a realizar para una mejor toma de decisiones.
Delega con confianza en el equipo. Confía y apuesta por el equipo. Promueve la asunción de responsabilidad de todos y cada uno para hacer el mejor trabajo.
El líder de la mirada interna: es el líder hacia dentro.
Es el líder facilitador. Trabaja al servicio de los demás, del proyecto y del bienestar del equipo.
Coordina el trabajo y hace seguimiento del mismo. Marca metas y acompaña en el avance hacia ellas.
Se relaciona con las personas que componen el equipo y hace equipo. Atiende sus necesidades, sus emociones, el desarrollo de sus capacidades y talento, con conversaciones auténticas que potencian y mejoran el desempeño.
Prevé los recursos necesarios para llevar a cabo el trabajo y los facilita. Para ello requiere de la visión de conjunto del proyecto y es resolutivo.
Es un líder que apoya al equipo, incentiva y motiva. Es un soporte para todos los miembros del equipo, un referente analítico y observador.
Resuelve conflictos, facilita la comunicación efectiva con feedback constructivo. Es conciliador.
Genera un clima creativo, de participación, con apertura, escucha, fomentando la excelencia. Un líder que pregunta, como hacen los grandes líderes según Bob Tiede «Los grandes líderes hacen preguntas«.
Potencia la autonomía y la autogestión del equipo. Cree en su equipo, en su sabiduría, en su capacidad y es su mejor fan.
Estos roles se encuentran en todos los equipos bien gestionados. Puede que estén integrados en una misma persona o puede que se haga de una manera no explícita e informal. Os invito a averiguar quién de vuestro equipo ejerce el rol del líder de la mirada interna y el líder de la mirada externa. Y lo que es más importante, se trata de coherencia, que no se puede dar si no hay una excelente comunicación y alineación entre las personas que realizan estos roles.
¿Qué rol ejerces tú en tu equipo? ¿Eres líder de la mirada interna o externa? No hay ninguno más importante que el otro, son complementarios, colaborativos y se coordinan a la perfección.
¿Quieres plantear el liderazgo de estas 2 miradas? Te animo a hacerlo porque funciona.
Aprendiendo en el camino del crecimiento.
Raquel Bonsfills
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